Merih Demiral, defensor central de la Selección de Turquía que está disputando la Eurocopa en Alemania, desató una tormenta en el Viejo Continente con consecuencias inimaginables. Tras convertir su segundo gol en la victoria ante Austria por los octavos de final del certamen continental, el jugador nacido en la provincia de Kocaeli miró a la grada con sus dos brazos en alto; en ambas manos juntó su pulgar con su dedo medio y anular, a la vez que alzó su índice y su meñique. Este gesto pasó desapercibido en un principio, aunque luego del encuentro su difusión disparó una investigación de la UEFA por "presunta conducta inapropiada". Incluso la Ministra del Interior del Gobierno alemán Nancy Faeser se hizo eco en sus redes sociales del festejo: "Los símbolos de la extrema derecha turca no tienen cabida en nuestros estadios. Utilizar la Eurocopa como plataforma para el racismo es completamente inaceptable".
La celebración de Demiral es el saludo de los 'Lobos Grises', una agrupación nacionalista de ultraderecha con origen turco pero que tiene fuerte presencia en distintos países de Europa. En Turquía pocos reconocen ese nombre: prefieren denominar a esa organización "Ülkü Ocaklari", cuya traducción es, literalmente, "hogar ideal". Por este motivo, el zaguero de 26 años fue suspendido por dos partidos, por lo que no estará presente en el partido de cuartos ante Países Bajos ni en una hipotética semifinal. Esta decisión por parte del organismo rector del fútbol europeo fue repudiada por el Gobierno turco, cuyo presidente Recep Tayyip Erdogan viajará a Alemania para estar presente en el cruce ante la 'Oranje' por un lugar entre los cuatro mejores seleccionados del torneo.
La historia de los 'Lobos Grises' en Europa, uno de los grupos de extrema derecha más grandes del continente
Alparslan Türkes nació un 25 de noviembre de 1917 en Nicosia, capital de Chipre; fue el fundador del Partido de Acción Nacionalista (MHP por sus siglas en turco), que actualmente es uno de los socios de coalición de Erdogan. De la mano del MHP nacieron los 'Lobos Grises', primero como un movimiento cultural, para luego ser el brazo paramilitar en la década de los 70' que funcionaba como fuerza de choque contra grupos de izquierda. Los valores de esta agrupación giran alrededor del nacionalismo étnico, el islamismo y el turanismo (un movimiento estrechamente vinculado con el panturquismo, que busca unificar política y culturalmente a los pueblos túrquicos y a los descendientes de las tribus de Turán, una región de Asia Central).
Los 'Lobos Grises' fueron protagonistas de diversos actos violentos a lo largo de su historia: en 1978, sus miembros fueron partícipes de la Masacre de Maras que dejó más de 100 muertos y miles de heridos. También se les atribuye haber perpetrado la Masacre de la Plaza Taksim el año anterior, en la que 36 manifestantes de izquierda fueron asesinados. Sin embargo, comenzaron a ser reconocidos a nivel mundial por el atentado contra el Papa Juan Pablo II en 1981: Mehmet Ali Agca, uno de sus militantes, disparó contra el Sumo Pontífice mientras saludaba a los fieles desde el Papamóvil. Si bien no logró su cometido, su rostro dio la vuelta al mundo y el nombre de la organización comenzó a recorrer Europa.
En la actualidad, Ülkü Ocaklari se expandió por toda Europa: en Alemania, sede de la actual edición de la Eurocopa y en donde se presentó un proyecto hace seis años para banear sus símbolos (con el argumento de que el gesto con la mano tenía reminiscencias del saludo nazi), es el grupo de ultraderecha más numeroso con más de 12.000 miembros, casi cuatro veces más que el partido neo-nazi La Patria (antes Partido Nacionaldemócrata). Francia prohibió en noviembre de 2020 cualquier actividad o reunión vinculada al grupo y estableció multas o penas de prisión para quienes incumplan la normativa; el motivo de esta decisión fueron las acusaciones de "actos y amenazas extremadamente violentos", siendo el ataque a un monumento conmemorativo del Genocidio Armenio (ocurrido en 1915 a manos del Imperio Otomano) una de las razones principales. Incluso en Austria, país que Turquía eliminó en los octavos de final de la Eurocopa, el 'saludo del lobo' fue vetado por estar asociado a "propaganda de organizaciones extremistas".
En 2021, la Unión Europea instó a los Estados miembro a que declaren a los 'Lobos Grises' como una organización terrorista, a la vez que advirtió su avance y crecimiento en el continente; los describieron como "racistas de ultraderecha", acusándolos de amenazar a aquellos grupos que consideraban sus oponentes (armenios, griegos y kurdos, principalmente). Estados Unidos amagó con moverse en la misma dirección tras la presentación de una enmienda por parte de la demócrata Dina Titus para declararlos una "organización terrorista extranjera". Si bien el proyecto no prosperó, mostró los primeros indicios de preocupación sobre los 'Lobos' del otro lado del Atlántico.
La otra cara del saludo de Demiral: el lobo gris, símbolo nacional de Turquía
Cuenta la leyenda que el pueblo turco es descendiente de la loba Asena, la cual rescató a un hombre de una tribu turca que era buscado por los soldados de un pueblo rival. Este mito fundacional explica el relato construido alrededor de la figura del lobo (particularmente el lobo gris), un animal sagrado para los turcos. Su símbolo fue apropiado por grupos nacionalistas como señal de orgullo: esta versión es la que Merih Demiral sostiene para defender su festejo en el segundo gol ante Austria. Después del encuentro, el defensor declaró: "estoy orgulloso de ser turco y de mi identidad". También se expresó en redes sociales, en las que publicó una foto de su celebración acompañada por la frase: "¡Qué feliz el que dice ser turco!".
El lobo estuvo históricamente presente en el imaginario turco, más allá de su utilización por parte de la agrupación de ultraderecha Ülkü Ocaklari. Entre 1927 y 1947, en el billete de 5 liras turcas (que actualmente lleva el retrato del histórico presidente Mustafa Kemal Atatürk, quien gobernó el país entre 1923 y 1938) aparecía representado uno de estos animales con el paisaje de Ankara, la capital, de fondo. Esta misma imagen aparece en un souvenir de "0 euros", impreso en 2021, con diversos edificios icónicos de Europa en su reverso.
El escándalo suscitado a partir de la celebración de Demiral generó que el Ministerio de Relaciones Exteriores turco convoque al embajador alemán en Ankara para aclarar la situación. La Cancillería también defendió al jugador otomano tras publicar un comunicado en el que declaraban que "condenamos la reacción política motivada por el uso de un símbolo histórico y cultural que fue utilizado sin intenciones de atacar a nadie, durante la celebración en un evento deportivo". No es la primera vez que un festejo de estas características despierta una reacción similar: en 2018, los suizos con ascendencia albano-kosovar Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri fueron multados por realizar el gesto del águila bicéfala ante Serbia. En esta Eurocopa, la acreditación de un periodista kosovar fue revocada luego de hacer un gesto similar en el duelo entre Serbia e Inglaterra.
Aún no está dicha la última palabra en el caso de Merih Demiral: el fino debate acerca del festejo del 'saludo del lobo' como un gesto que reivindica valores racistas, nacionalistas y de ultraderecha o un símbolo de orgullo nacional turco seguirá más allá de la decisión que tome la UEFA e incluso más allá del fin de esta Eurocopa. Sin embargo, cualquier determinación sentará, inevitablemente, un precedente. Jude Bellingham, cuyo festejo "sexual" fue catalogado bajo la misma infracción que el de Demiral ("presunta conducta inapropiada") apenas fue multado con 20.000 euros y no tuvo partidos de sanción. El defensor turco, por otro lado, puede perderse los próximos dos partidos, claves para su selección. Resta saber en dónde (y de qué forma) la UEFA trazará la línea entre lo que se considera "apropiado" o no.