El Athletic de Bilbao buscará dejar atrás dos decepcionantes finales de Copa del Rey y triunfar en su tercer intento en cinco temporadas cuando se enfrente al Real Mallorca en Sevilla el sábado, para poner fin así a una dolorosa sequía de títulos de 40 años.
Después de perder ante sus rivales vascos, la Real Sociedad en 2020 y el Barcelona en 2021, el Bilbao ha alcanzado su cuadragésima final de la Copa del Rey y también aspira a terminar entre los cuatro primeros de LaLiga bajo la tranquila dirección del exentrenador del Barça Ernesto Valverde.
Invicto en casa desde principios de agosto, el club vasco es quinto en la tabla y atraviesa un gran momento que ha animado a sus seguidores, dispuestos a invadir las calles de la ciudad del sur de España.
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Se espera que más de 82.000 seguidores vascos se desplacen a Sevilla, la mitad de ellos sin entrada, para presenciar el partido en un estadio de La Cartuja con todas las localidades agotadas y capacidad para 60.000 espectadores.
Los aficionados del Bilbao superarán en número a los del Mallorca en cuatro a uno, según las autoridades españolas, que han puesto en marcha un operativo especial con 1.500 agentes para vigilar a los más de 100.000 seguidores que se esperan, con hoteles y restaurantes totalmente reservados para el fin de semana.
El Mallorca aspira al segundo gran trofeo de su historia, tras la Copa del Rey conquistada en 2003.
La última vez que el Bilbao ganó un trofeo de plata fue en 1984, cuando se impuso por 1-0 al Barcelona en el Santiago Bernabéu para alzar su vigésimo tercera Copa del Rey, una competencia en la que sigue siendo el segundo equipo más ganador por detrás del Barça, que tiene 31 títulos.
El Bilbao es el cuarto club español más antiguo y uno de los tres que nunca han descendido de categoría, junto con el Real Madrid y el Barcelona, al tiempo que se mantiene fiel a su particular filosofía de alinear únicamente a jugadores de origen vasco.
Con información de Reuters
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