Mientras transcurre el juicio por la muerte de Emiliano Sala, ocurrida en enero de 2019, se conoció un impactante secreto que reveló el principal acusado del hecho. Tras casi tres años del fallecimiento del futbolista argentino el culpable que organizó el vuelo, llamado David Henderson, reveló detalles sobre lo sucedido en aquel momento entre los que se encuentran mensajes que lo incriminan aún más.
A raíz de que le era imposible pilotear, según afirmó por problemas maritales, Henderson contrató a David Ibbotson, quien lo suplantó. El gran inconveniente es que este último no poseía la licencia para manejar aviones comerciales como el que trasladaba al jugador. Tampoco el clima ayudaba, por lo que volar de Francia a Gran Bretaña generaba un peligro para los tripulantes que en el momento del accidente pasaban por el Canal de la Mancha.
El organizador del vuelo, minutos después del hecho, envió mensajes a sus amigos en dónde detalló -erróneamente- lo que pasó y pidió que nadie hable del tema en cuestión: "Ibbo estrelló el Malibú, se suicidó él y el pasajero VIP (Emiliano Sala). Maldito desastre. Habrá una investigación. No digan una palabra a nadie". Días más tarde la noticia se conoció a nivel mundial y el culpable finalmente recibirá su merecida condena.
Las primeras revelaciones del juicio advierten que el viaje planeado fue por intereses económicos y que no fue la primera vez que la persona contratada se involucraba en situaciones similares con el piloto. Este último tiene una acusación en su contra por actuar de manera "imprudente o negligente" poniendo en peligro la vida de Sala por las condiciones del vuelo que organizó.
Otro dato que incrimina a Henderson
Fay Keely, directora de la empresa que contrató el transporte, llamada Cool Flourish Ltd, declaró este miércoles 20 de octubre que medio año antes del vuelo advirtió a Henderson que Ibbotson -de quien no se hallaron restos- no estaba habilitado para pilotear. Al parecer éste tenía varias multas por distintas infracciones cometidas. El mencionado piloto hizo caso omiso al pedido de la mencionada y todo terminó con un trágico final.
Más de dos semanas después del accidente localizaron el cuerpo del argentino en la carcasa del avión a 67 metros de profundidad. En el informe final, publicado en marzo de 2020, la oficina británica de investigaciones de accidentes aéreos (AAIB) determinó que el conductor de la aeronave perdió el control por una maniobra efectuada a una velocidad muy elevada, "probablemente" para evitar el mal tiempo.
El avión, un Piper PA-46 Malibu, según afirman se dañó en esa maniobra, y los investigadores creen que el piloto "probablemente" se intoxicó con monóxido de carbono del sistema de escape del motor.