La historia desconocida de Alejandro Sabella en Estudiantes de La Plata

El ex entrenador de Estudiantes de La Plata y la Selección Argentina dejó su huella imborrable en el fútbol argentino.

08 de diciembre, 2023 | 14.28

Cada 8 de diciembre, el fútbol argentino conmemora con especial afecto a Alejandro Sabella, una figura emblemática que dejó su huella como jugador y como entrenador. Recordado especialmente por su paso por Estudiantes de La Plata y la Selección Argentina, en este aniversario de su fallecimiento, exploramos algunas facetas poco conocidas de su carrera, incluyendo una anécdota imperdible de uno de los partidos más recordados: la final del Mundial de Clubes contra el Barcelona.

La increíble anécdota de Sabella y Mauro Boselli

La historia de Alejandro Sabella en Estudiantes de La Plata está llena de momentos memorables, pero hay una anécdota en particular con Mauro Boselli que destaca su visión y meticulosidad como entrenador. El delantero, quien jugó bajo la dirección de Sabella, compartió un recuerdo en una entrevista con Diego Yudcovsky que ilustra perfectamente el enfoque estratégico de Sabella. Esta historia se remonta a la final del Mundial de Clubes, donde Estudiantes enfrentaba al formidable Barcelona de Pep Guardiola y Lionel Messi. Pese a la derrota por 2 a 1, el plan de Sabella casi lleva al equipo a la gloria, con el equipo español teniendo que esperar al último minuto para ganar el partido.

El detalle más sorprendente que compartió Boselli es cómo Sabella había comenzado a preparar ese partido específico contra el Barcelona seis meses antes. Cada semana, dedicaban parte del entrenamiento a ensayar un esquema táctico diseñado exclusivamente para ese encuentro. Sabella sabía que no había margen para el error y su meticulosidad quedó evidenciada en la forma en que Estudiantes enfrentó a uno de los mejores equipos del mundo en ese momento.

La estrategia de Sabella fue tan precisa que incluso anticipó movimientos inusuales del Barcelona, como la utilización de Piqué en posición de delantero hacia el final del partido. El delantero destacó la capacidad de Sabella para leer el juego y preparar a su equipo para cualquier eventualidad, resaltando su excepcional conocimiento táctico y su habilidad para adaptarse a situaciones imprevistas. Fue su gran paso por Estudiantes de La Plata, donde obtuvo la Copa Libertadores, que luego le permitió dar el salto a la Selección Argentina.

¿Cómo fue la carrera de Alejandro Sabella?

Alejandro Sabella dirigió la selección argentina desde 2011 hasta 2014.

El viaje de Alejandro Sabella en el mundo del fútbol comenzó en River Plate, donde debutó en 1974. Como jugador, Sabella era un enganche clásico, y jugó un papel crucial en el equipo de River que rompió una sequía de 18 años sin títulos locales. A pesar de su éxito en el club Millonario, buscó nuevos horizontes y en 1978 dio el salto a Europa. En Inglaterra, dejó una marca imborrable primero en el Sheffield United y luego en el Leeds United, antes de regresar a Argentina para unirse a Estudiantes de La Plata. Bajo la dirección de Carlos Bilardo, se convirtió en una figura clave del equipo, ganando el Torneo Metropolitano 1982 y el Torneo Nacional de 1983.

Tras retirarse como jugador, Sabella comenzó su camino como entrenador, primero como asistente de Daniel Passarella, formando incluso parte del Cuerpo Técnico que dirigió a la Selección Argentina en el Mundial de Francia 1998. En marzo de 2009, asumió el cargo de entrenador principal en Estudiantes de La Plata, y pronto alcanzó la gloria al ganar la Copa Libertadores ante el Cruzeiro y disputar la final del Mundial de Clubes contra el Barcelona. Su éxito le permitió dar el salto a la Selección Argentina, esta vez como entrenador. En su etapa con la albiceleste, Sabella demostró ser un estratega excepcional, guiando al equipo a través de unas eliminatorias dominantes y llegando a la final de la Copa del Mundo de 2014. Aunque Argentina no pudo conseguir el título perdiendo con Alemania, el desempeño del equipo bajo su mando fue notable. La derrota en la final marcó su último partido como entrenador, pero su legado en el fútbol argentino permanece indeleble.

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