Un 22 de febrero, pero de 2004, el fútbol argentino fue testigo de una de las historias más curiosas y recordadas protagonizadas por Carlos Bilardo. Aquel día, durante un partido contra River Plate, el mítico director técnico decidió llevar a la cancha no solo su conocida astucia táctica sino también una botella que generó controversia y risas a partes iguales.
Veinte años después, aquel episodio sigue siendo un símbolo de las peculiares estrategias de Bilardo para motivar a sus equipos y captar la atención del público y la prensa.
¿Por qué Bilardo llevó una botella de "gatorei" a la cancha?
En un contexto en el que Estudiantes luchaba por no descender y enfrentaba a un River Plate repleto de estrellas, Carlos Bilardo sabía que necesitaba algo más que tácticas futbolísticas para levantar el ánimo de su equipo y desviar la presión. Por ello, tras perder con Independiente en la fecha anterior, decidió crear un espectáculo alrededor del banco de suplentes para el partido ante el Millonario, equipándolo con un grabador de música, una frapera, dos copas y, lo más sorprendente, una botella de champagne. "Vine a disfrutar el espectáculo", decía risueño el Doctor.
El acto de Bilardo, sin embargo, tuvo repercusiones inmediatas. La presencia de la botella y el montaje del "banquete" en el banco de suplentes llamaron la atención del árbitro Héctor Baldassi, quien decidió demorar el inicio del partido hasta aclarar la situación. Lo que siguió fue una serie de eventos que quedarían grabados en la memoria colectiva del fútbol argentino.
¿Qué tenía la famosa botella de Bilardo?
Durante el entretiempo, la situación escaló cuando Claudia Barcia, fiscal de turno, se presentó en la cancha con la intención de detener a Bilardo por lo que ella consideraba una violación de las normativas del estadio al tener una bebida alcoholica en cancha. Frente a frente con la fiscal, Bilardo pronunció la frase que se convertiría en legendaria: "Tengo 50 años de cancha, usted se equivocó señorita, es Gatorei". La botella, aunque parecía contener champagne, en realidad estaba llena de Gatorade y agua según dijo el propio Bilardo a la salida del partido.
Pese a la derrota de Estudiantes ante un River contundente, la anécdota de la botella se convirtió en el centro de atención, eclipsando incluso el resultado del partido La botella, ahora en manos de su hija Graciela, simboliza la astucia y el ingenio de uno de los entrenadores más emblemáticos del fútbol argentino.