Enner Valencia, el máximo goleador de la historia de Ecuador y héroe de su victoria en el primer partido contra la anfitriona del Mundial, Qatar, debería estar en condiciones de disputar el segundo partido del Grupo A contra Países Bajos el viernes, según su entrenador.
El jugador de 33 años, que hizo honor a su apodo de "Superman" con los dos goles de la victoria 2-0 de los sudamericanos el domingo por la noche, se retiró sentido en la segunda parte, lo que hizo temer que su torneo pudiera haber terminado a pesar del fulgurante comienzo.
Valencia se aplicó hielo en la zona pero parecía cómodo al entrar en el campo al final para celebrar con el equipo y sus aficionados. Dijo que tenía algunas molestias en la rodilla y el tobillo pero que los médicos lo evaluarán y determinarán si es grave.
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El seleccionador Gustavo Alfaro se deshizo en elogios hacia su principal hombre y se mostró seguro de que estará bien para su próximo partido de la fase de grupos contra Países Bajos, tres veces finalista.
"Contra Países Bajos va a estar sí o sí, no lo sacas ni con fuego del equipo para ese partido", dijo a los periodistas.
UNA SERENATA DE LOS HINCHAS
Ecuador superó la eliminatoria más difícil del mundo y ganó la cuarta plaza automática para Sudamérica. Además de su veterano capitán, cuenta con muchos jóvenes talentos, como el centrocampista Moisés Caicedo. Pero es en Valencia en quien confían para hacer goles.
El hombre que a veces pasaba hambre en su juventud y vendía leche de vaca para pagarse los botines de fútbol, ha marcado los últimos cinco goles de la selección en los mundiales.
Pudo haber marcado un triplete contra Qatar si un golpe de cabeza temprano no hubiera sido anulado por un fuera de juego de un compañero de equipo, que Alfaro cuestionó.
El doblete de Valencia fue la cuarta vez en los últimos cinco Mundiales que un jugador anota dos veces en el partido inaugural del torneo tras el alemán Miroslav Klose (2006), el brasileño Neymar (2014) y el ruso Denis Cheryshev (2018).
Alrededor de Ecuador, el domingo, los aficionados se reunieron en plazas, bares y centros comerciales. Tras el primer gol de Valencia, lo aclamaban cada vez que tocaba el balón.
(Escrito por Andrew Cawthorne, editado en español por Daniela Desantis)