Una de las enfermeras que cuidó a Diego Armando Maradona, durante su internación domiciliaria en la casa donde finalmente murió el pasado 25 de noviembre, aseguró ante la Fiscalía General de San Isidro que si bien Maradona le advirtió sobre la inflamación en una de sus piernas, ella lo dejó asentado pero la situación no fue contemplada por los coordinadores médicos.
"Mirá cómo tengo la pierna", fue la frase que recordó Tamara Mansilla, una enfermera que atendió a Maradona antes del lamentable desenlace, en su declaración ante los fiscales de San Isidro y expuso a sus compañeros imputados en la causa, los coordinadores de los enfermeros Nancy Forlini y Mariano Perroni, al asegurar que sólo trabajó una jornada porque no se sentía cómoda al no poder cumplir adecuadamente su función.
En su declaración, Mansilla insistió con que el entonces técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata "estaba preocupado porque tenía la pierna hinchada". "Independientemente de que lo asenté en la planilla, avisé a través del grupo de WhatsApp de nombre 'Tigre' y a Mariano (Perroni), el coordinador de enfermería", indicó la enfermera.
Más adelante, la joven explicó que atendió a Maradona solamente por un día. "Me informaron que iban a poner a otra persona en mi lugar y yo estuve de acuerdo porque no deseaba continuar yendo, me pagaron la guardia y ahí se terminó mi función laboral. Yo no quería volver porque era una persona que rechazaba la atención, no dejaba que lo acompañe al baño, tampoco quería que lo agarre, no obstante a eso le pude tomar los signos vitales".
"No me dejaba que lo ayude a subir a la cabecera de la cama, me decía 'no me toques que me fastidio', no se me dio la oportunidad de brindarle la atención profesional adecuada. En un momento le ofrecí cambiarle la ropa y no me dejó", recordó. "Yo no me sentí cómoda en mi función, tampoco me parecía bien que me quede en la cocina mientras el paciente estaba en la habitación, pero él no me permitió que me quede ahí dentro con él. No me dejaba que lo ayude a ingresar al baño, el cual no se encontraba en buenas condiciones", agregó.
Por último, aclaró: "Como todo cuidado domiciliario, lo que correspondía era que me quede en la habitación junto con él, pero Diego no quería. Es más, él se levantaba y ni siquiera avisaba, si se caía no te enterabas. Por eso, me quedé cerca de la habitación, en la cocina".