A más de un año y medio del fallecimiento de Diego Armando Maradona, la Justicia de San Isidro ordenó este miércoles 22 de junio elevar a juicio oral la causa por la muerte del "Diez". El delito, caratulado como "homicidio simple con dolo eventual”, tiene 8 rofesionales de la salud implicados en el caso, entre ellos el neurocirujano Leopoldo Luciano Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, quienes más se ocuparon del ídolo en su tratamiento. El proceso podría iniciar entre fines de 2023 y principios de 2024.
El 13 abril de 2022, tras más de 500 días de investigación y un expediente de 4 mil fojas, los fiscales Laura Capra, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, bajo la conducción del fiscal general John Broyad, habían solicitado que la causa fuera elevada formalmente a juicio oral por las contundentes pruebas que el equipo argumentó. Pasados dos meses de aquel pedido, el juez de Garantías Orlando Díaz dio lugar al requermiento y firmó el pase de la causa a juicio.
Leopoldo Luque, Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Ángel Díaz, Nancy Edith Forlini, los enfermeros Gisella Dahiana Madrid y Ricardo Omar Almirón, su jefe Mariano Perroni y el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna están acusados de "homicidio simple con dolo eventual”, que prevé una pena de entre 8 y 25 años. Las pruebas se basan en testimonios, estudios médicos, chats, indagatorias y conversaciones telefónicas del entorno del ex-DT de la Selección Argentina en la que los fiscales plantearon la existencia de un “cúmulo de conductas penalmente relevantes que condujeron a Diego Maradona a su triste fallecimiento”.
El escrito de los fiscales en el pedido a juicio oral de la causa
“La prueba conducía, inicialmente, a mostrar la responsabilidad de los doctores Luque y Cosachov, con injerencia directa en el resultado muerte, permitieron dar andamiaje a otras pruebas. Eso condujo a detectar la responsabilidad de Díaz como integrante del cuerpo médico tratante, de los responsables de las empresas que coordinaron la fallida internación domiciliaria (Forlini y Perroni), de los enfermos presentes en el momento más crítico (Almirón y Madrid) y del médico clínico designado para esa temeraria internación domiciliaria (Di Spagna)”, se lee en una parte del documento presentado a la Justicia.
Además, en el escrito, los fiscales apuntan al accionar de la junta médica que analizó durante varios meses la salud médica, la autopsia y la historia clínica completa de Diego: “La junta interdisciplinaria, desarrollada con un sinnúmero de peritos de alto prestigio de diversas especialidades derivó en, sobre todas las cosas, las responsabilidades penales que están a la vista. Diecisiete de veintidós peritos, que contaron con la totalidad del material que era necesario para ese estudio, elaboraron esas conclusiones inequívocas”, comunica otro párrafo del informe.
También, el equipo de fiscales desarrolló una conclusión, previo a detallar algunos puntos: “Nos encontramos hoy a poco más de un año de su muerte con certezas, y en condiciones de afirmar, que las personas que hoy, en éste requerimiento se mencionan, han tenido responsabilidad penal en el fallecimiento de Diego Armando Maradona”.
Y finalizan el escrito con mensaje contundente sobre los acusados que vivieron los últimos meses alrededor: “Los imputados no son otros que los que deben estar sentados en el banquillo. Deben responder por aquel cúmulo de acciones y omisiones notoriamente burdas que incrementaron de manera elocuente el riesgo permitido concretando el fatal desenlace del mayor ídolo del fútbol mundial que, a todas luces, hubiese podido evitarse. Las omisiones de actos específicos que debían ejecutar colocaron a la víctima en una situación de desamparo pocas veces vista librándolo a su suerte”.