A falta de aficionados para ver las disciplinas olímpicas en Tokio, el trabajo de alentar a los deportistas recayó este año en los aburridos voluntarios que no tienen mucho para hacer tras la prohibición de ingreso de espectadores a las instalaciones.
Vestidos con conjuntos azules en consonancia con el logotipo de los Juegos Olímpicos y con bolsas grises en la cintura, voluntarios de todas las edades permanecían en el Foro Internacional de Tokio conversando y haciendo fotos. Cuando no observaban el levantamiento de pesas, se sentaban en las sillas del pasillo, jugando con sus teléfonos.
"Quería ser voluntario porque nací en el año de los primeros Juegos Olímpicos de Tokio. Pero para ser sincera, no tengo mucho que hacer aquí", dijo una mujer de 57 años que debía ofrecer servicios de traducción. Solicitó el puesto hace tres años y pasó por una serie de entrevistas y pruebas.
"Sin aficionados, quizá podamos servir de falsos espectadores. En cualquier caso, es una buena oportunidad para ver cómo funcionan las cosas en los Juegos Olímpicos y disfrutar de los eventos de forma gratuita", dijo. La mujer, como otros entrevistados, declinó ser identificada porque los voluntarios no están autorizados a hablar con los medios de comunicación.
Una Tokio olímpica semidesierta
En el Foro, situado en el corazón de la ciudad, no lejos del Palacio Imperial, el recinto parecía estar todavía preparado como si se esperara a los espectadores, con carteles que indicaban los asientos para el público y los servicios médicos para los aficionados.
"Las funciones de los voluntarios se están reevaluando actualmente", dijo Tokio 2020 en respuesta a las preguntas de Reuters, añadiendo que probablemente habría una actualización el viernes. Un funcionario dijo que los organizadores no habían reducido el número de voluntarios porque no querían causar decepción.
Los voluntarios, héroes anónimos de los Juegos Olímpicos, son una parte importante de su tradición y sirven como traductores, guías y conductores. Van desde estudiantes universitarios a jubilados y suelen venir de todo el mundo.
Inicialmente estaba previsto que unas 110.000 personas ayudaran en Tokio, aunque 10.000 habían renunciado hasta el mes pasado, ya que el agravamiento de la pandemia hizo que la opinión pública se volviera en contra de los Juegos. La mayoría de los voluntarios extranjeros tampoco están siendo admitidos a causa del COVID-19.
En la actualidad hay alrededor de 80.000 voluntarios, dijo Tokio 2020, sin incluir los gestionados por el gobierno de la capital nipona.
Con información de Reuters