Emoción plena: Insúa y Barrios rompieron en llanto tras el triunfo de San Lorenzo

El entrenador y el jugador  no pudieron aguantar las lágrimas y se largaron a llorar después de la victoria en Boedo. Insúa festejó y el "Perrito" Barrios recordó el fallecimiento de su hermano.

27 de junio, 2023 | 22.07

El encuentro entre San Lorenzo y Estudiantes de Mérida en Boedo dejó varios momentos de emoción. Si bien la noche fue épica por el triunfo  4-1 del conjunto Cuervo que clasificó luego de que, en Chile, Fortaleza haya vencido a Palestino, también se agregaron un par de situaciones emocionantes que tuvieron que ver con varios futbolistas: Nahuel "Perrito" Barrios no aguantó las lágrimas, al igual que Gattoni y el propio entrenador. 

Apenas terminó el encuentro, Rubén Darío Insúa no logró contener la emoción plena de la victoria. Como siempre, el entrenador se dio vuelta, miró al cielo y se lo dedicó a la platea norte en un clásico saludo, pero además se largó a llorar rápidamente tras haberse dado cuenta de que, efectivamente, San Lorenzo había pasado de ronda. El conjunto cuervo ganó un verdadero partidazo, mientras que desde la hinchada le gritaron "miren, miren que locura, miren, mira que emoción. Es el Gallego Insúa que volvió a Boedo para ser campeón".

 

El otro gran momento de emoción se vivió después de que termine el encuentro. Uno de los grandes jugadores del partido fue Nahuel "Perrito" Barrios que, al terminar el encuentro, se largó a llorar al recordar a su hermano que, en las últimas semanas, falleció. En el momento de recordar a su familiar dijo: “Siento mucha emoción. Me tocó una semana muy dura por la pérdida de mi hermano. Hoy le pedí que me de una mano, me escuchó y estoy muy feliz”. 

Otro de los jugadores a los que se los vio completamente emocionado fue a Federico Gattoni, el defensor se largó a llorar después de haber pasado de ronda, ya que prontamente se irá del club porque fue vendido a Sevilla. En ese mismo sentido, vale decir que durante el encuentro tuvo un cruce con Augusto Batalla, ya que el central quería patear el penal pero el propio arquero le dijo, por orden de Insúa, que patee Bareiro. Más allá de esta situación, apenas terminó el partido la emoción fluyó.