El gobierno de Córdoba y Talleres decidieron hoy que no habrá hinchas de Vélez Sarsfield en la revancha del próximo miércoles en el estadio Mario Alberto Kempes luego de los graves incidentes que se produjeron en Liniers, por la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores de América.
La decisión fue tomada por el Consejo de Seguridad Deportiva de Córdoba y es avalada por la dirigencia de Talleres encabezada por Andrés Fassi, quien criticó duramente a su par de Vélez Sarsfield, Sergio Rapisarda. "Ante los graves hechos de violencia protagonizados por hinchas del Club Atlético Vélez Sarsfield, durante la disputa del partido por Copa Libertadores con el Club Atlético Talleres en el estadio José Amalfitani, el Cosedepro, previa evaluación con las máximas autoridades de la entidad de barrio Jardín, ha dispuesto vedar el ingreso al público visitante en el encuentro a jugarse en el estadio Mario Alberto Kempes el próximo miércoles 10 de agosto", comunicó oficialmente el Ministerio de Seguridad de Córdoba.
Vélez iba a tener a disposición cerca de diez mil entradas para la tribuna popular Artime que se ya habían puesto a la venta mediante una plataforma online. Incluso, la dirigencia velezana tenía previsto hacerse cargo de un porcentaje del valor de los tickets para facilitar el traslado de los hinchas a Córdoba.
Sin embargo, una vez más, la violencia privó al fútbol de un espectáculo con las dos hinchadas de los clubes argentinos que competirán por un lugar en las semifinales del torneo más importante de Sudamérica. El saldo del episodio violento que se generó entre el entretiempo y los primeros minutos del segundo tiempo en la platea Sur Alta del estadio José Amalfitani dejó un total de setenta personas heridas.
Siete de ellas todavía siguen internadas, dos están en grave estado y una podría perder un ojo por la brutal golpiza de los hinchas del "Fortín". Lo que Fassi catalogó como una "masacre" fue un hecho que pudo haberse evitado. Según el presidente de Talleres, Vélez se negó a habilitar un sector para el público de Talleres y descartó que haya sido una decisión de la seguridad de la Ciudad de Buenos Aires. Fassi tildó de "inepto y mentiroso" a su par de Vélez, Sergio Rapisarda, y lo responsabilizó de los incidentes. Para el mandatario de la "T", la barra brava de Vélez tuvo vía libre para pasarse de sector y atacar a los hinchas de Talleres.
Fassi explicó que las personas golpeadas no formaban parte de los cerca de tres mil hinchas "infiltrados" sino que era el grupo de 350 allegados que ingresaron con entradas de protocolo. Allí estaban los integrantes de la Comisión Directiva con sus respectivos acompañantes y las familias del plantel conducido por el portugués Pedro Caixinha.
No obstante, una parte del relato de Fassi no coincide con los videos publicados en las redes sociales en los que se observa a un numeroso grupo de hinchas cantando por Talleres y posando con una bandera en medio de la tribuna. En el habitual almuerzo de camaradería que se realiza entre las dirigencias el día del partido, Fassi le reclamó a Rapisarda que ubicara a esas 350 personas en el codo que está pegado a la popular Oeste pero finalmente fueron a la platea Sur Alta sin "ninguna protección".
Desde Vélez todavía no se pronunciaron al respecto pero Fassi reveló que Rapisarda le pidió "disculpas" por lo sucedido. El club de Liniers será denunciado penalmente por Talleres y también podría recibir una sanción por parte de la Conmebol.
A su vez, la fiscal Celsa Ramírez, quien habitualmente interviene en los eventos masivos de la ciudad de Buenos Aires, también trabaja en una posible clausura parcial o total del estadio que podría perjudicar a Vélez en caso de avanzar a las semifinales. La violencia dejó a un lado el emocionante partido que protagonizaron ambos equipos y terminó 3-2 a favor de Vélez Sarsfield y también dejó un clima enrarecido de cara a la revancha del próximo miércoles en el estadio Mario Alberto Kempes.