En el partido vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores entre Boca y Coritnthians, una jugada dentro del área había pasado desapercibida por el árbitro, Andrés Matonte. Tras detenerse el partido, el VAR le avisó al colegiado que vaya a revisar lo sucedido y, luego de ver la acción, determinó el penal para el "Xeneize" por un codazo del defensor Raul Gustavo a Guillermo "Pol" Fernández. El brasileño fue amonestado y, dos minutos después, Darío Benedetto impactó el balón contra el palo.
A los 24 minutos, luego de un centro que sacó con los puños el portero Cassio, el defensor del "Timao" y "Pol" fueron en busca de la pelota en el aire, y el brasileño impactó un fuerte codazo en la cara del volante argentino, que terminó con sangre en su rostro. La jugada siguió y el juez decidió parar el encuentro porque Fernández se encontraba tirado en el césped con muestras de dolor.
La herramienta tecnológica le comunicó a Matonte que fuera a analizar la jugada, ya que la infracción había sido muy clara y, sin dudas, decretó el tiro desde los 12 pasos sin expulsar al central del Corinthians. "Pipa" Benedetto se hizo cargo de la ejecución pero el fuerte derechazo terminó impactando en el palo izquierdo y dilapidando la posibilidad de poner en ventaja al local.
Con el cotejo 0-0, el equipo conducido por Sebastián Battaglia fue superior durante la primera mitad y contó con varias opciones para abrir el marcador. Corinthians, por su parte, trata de jugar de contra pero no encuentra la forma de tener la pelota ante la presión que impone su rival. El "Xeneize" pasará a cuartos de final con ganar por un gol de diferencia, ya que en la ida igualaron sin goles.
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