A raíz de la revuelta social que hay en Colombia y de la represión policial a los manifestantes, la Conmebol suspendió todos los partidos que se iban a realizar en ese país y, por eso, River no viajará a jugar contra Independiente Santa Fe por la tercera echa del grupo D de la Copa Libertadores
La Conmebol suspendió el partido porque no están dadas las garantías de seguridad. El conjunto de Marcelo Gallardo desistió del vuelo programado para esta tarde con destino a suelo colombiano para cumplir con el encuentro de Copa Libertadores, porque no habrá garantías de seguridad ante las fuertes protestas sociales en Armenia.
"El alcalde no suspendió el encuentro, dijo que no había garantías de seguridad. Consideró que ante la tensión social se necesitaba un operativo policial mayor. Hay focos de protesta social en todo Colombia", señaló el asesor de la alcaldía de Armenia, John Edgar Pereira, a TyC Sports. Por otro lado también se suspendió el encuentro entre Atlético Nacional y Argentinos Juniors al igual que el partido entre La Equidad y Lanús.
A partir de ahora se abre un interrogante con respecto a la realización del partido en un calendario muy apretado con diferentes inconvenientes en un contexto de pandemia de coronavirus. La Conmebol, por ejemplo, quiere que los encuentros se jueguen en Asunción de Paraguay. Por otro lado, River tendrá compromiso por Copa de la Liga Profesional de Fútbol el próximo domingo ante Aldosivi de Mar del Plata, en la última fecha de la zona 1, y la semana entrante deberá viajar a Colombia, pero para jugar ante Junior de Barranquilla.
¿Qué pasa en Colombia?
En Colombia se viven momentos de tensión tras varios días de protestas contra la reforma tributaria que impulsa el presidente Iván Duque. El Gobierno reprimió violentamente las manifestaciones que se realizaron en distintas ciudades del país y hasta el momento hay 19 muertos y más de 800 heridos, una alerta milita en buen aparte del territorio nacional mientras las organizaciones de paro subieron ahora las exigencias de sus reclamos
Desde hace seis días que el pueblo de Colombia reclama contra el gobierno de Duque, quien decidió reprimir violentamente. El domingo, el mandatario anunció que iba a retirar el proyecto de reforma tributaria, pero eso no calmó los ánimos. En paralelo, renunció el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, ya que su permanencia “dificultaría la construcción rápida y eficiente de los consensos necesarios" para promover una nueva reforma, explicó en un comunicado.