Copa América 2021: no habrá mujeres árbitras en el torneo, pero sí réferis europeos

A pesar de los cambios y las luchas del feminismo en todos los ámbitos, CONMEBOL no incluyó a juezas mujeres para el certamen continental y el interrogante reaparece: ¿hasta dónde llega la igualdad en el fútbol?

03 de mayo, 2021 | 16.31

En abril pasado, la Dirección de Árbitros de la Conmebol dio a conocer la lista de árbitros convocados para la Copa América 2021. En total están citados 14 árbitros principales, 22 asistentes y 16 encargados del siempre polémico VAR. Sumados a ellos, hay 10 más como soporte en caso de que ocurra alguna eventualidad especialmente como ya ha ocurrido en alguna competencia con los contagios de COVID-19. Pero, más allá de esta información, lo que verdaderamente llama la atención -o no tanto- es que no hay ninguna mujer convocada.

A pesar de que las mujeres comenzaron a tener mayor protagonismo en diferentes certámenes, reina su ausencia en la competencia continental más importante de Sudamérica. Incluso, por más insólito que parezca, tras la convocatoria de las distintas Asociaciones Miembro, se anunció que, por primera vez, en un hecho histórico y sin precedentes, que la Copa América 2021 contará con la presencia de colegiados europeos tras un acuerdo alcanzado entre la Conmebol y la UEFA. Lo mismo ocurrirá con jueces sudamericanos en el Viejo Continente, con el fin de “optimizar el arbitraje en ambas confederaciones”.

Lo cierto es que, con este nuevo contrato que atraviesa a ambas organizaciones, las árbitras de los diferentes países sudamericanos pierden consideración y quedan relegadas de los lugares adquiridos en los últimos años tras una ardua lucha por la igualdad en el deporte. Recordemos que la Comisión de Árbitros de la Conmebol había convocado a 34 árbitras y árbitras asistentes para la edición 2020 de la Copa Libertadores Femenina. Entre ellas figuraban las argentinas Laura Fortunato, Daiana Milone, Gisela Trucco y Gabriela Coronel. Lo mismo ocurrió durante la Copa del Mundo de Francia 2019. Pero cuando se trata del masculino, las puertas vuelven a cerrarse.


Según lo dado a conocer por el ente regulador del fútbol sudamericano, los árbitros argentinos convocados son Néstor Pitana, Patricio Loustau, Mauro Vigliano, Facundo Tello, Ezequiel Brailovsky, Gabriel Chade y Cristian Navarro. A pesar del renombre que consiguieron distintas árbitras por su inmensa experiencia en el campo de juego, como Mariana de Almeida, quien ya dirigió un Mundial de Clubes, y Salomé Di Iorio, entre otras, vuelven a no ser tenidas en cuenta y ponen en jaque a la cultura que sigue atravesando al deporte: ¿qué tan grande fue el cambio?

A fines del año pasado, de Almeida y Daiana Milone hicieron historia por Copa Libertadores: fueron las dos primeras juezas de línea en el certamen al dirigir Racing-Nacional de Montevideo. ¿La razón? La terna brasileña se contagió de COVID-19 y no pudo decir presente; por lo que nuevamente parece necesario que no haya hombres en la escena para que comience a valorarse el trabajo de las árbitras con muchísima experiencia sobre la espalda.  

Tras incluir a algunas árbitras como opciones en la Libertadores, se creía que el cambio estaba instalado. Incluso, desde Europa y América del Norte buscaron dar el primer paso: por primera vez en la historia del fútbol, árbitras mujeres forman parte del cuerpo de justicia en una eliminatoria mundialista para Qatar 2022. Stéphanie Frappart dirigió Países Bajos vs. Letonia, el pasado 27 de marzo y al día siguiente, Kateryna Monzul, Austria vs. Islas Feroe en lo que refiere a UEFA; mientras que por el otro lado, Concacaf designó a Katheryn Nesbitt para el duelo entre Canadá y Bermudas.

No quedan dudas que, poco a poco, el mundo está cambiando y las mujeres suman esfuerzos para conseguir espacios que deberían pertenecerles sin luchar; por el simple hecho de tener las capacidades y las herramientas para llevar adelante las diferentes tareas. Sí, como ocurre con el género masculino en cualquier ámbito. Pero al parecer, en América Latina, llevará más tiempo y la cultura machista, junto a la desigualdad que la atraviesa en el deporte, sigue poniendo palos en la rueda. Más allá de la intención de romper un fuerte paradigma que sigue rigiendo por parte del resto de los continentes, parece que Conmebol ignora los avisos y hace oídos sordos al fuerte grito del feminismo. Por eso, a la hora de preguntarse hasta dónde llega la igualdad en el fútbol, muchas cosas quedan en el tintero.