El Tribunal Superior de justicia de Brasil dio el visto bueno a la realización de la Copa América 2021 tal cual quería Jair Bolsonaro y, de esta forma, ya se terminó la novela con el torneo El torneo arranca el próximo domingo 13 de junio mientras que Argentina debuta el lunes.
La decisión de seis de los miembros del Tribunal Superior de Justicia brasilero se conoció este jueves. La definición sobre la Copa América llegó después de idas y vueltas entre los que estuvo involucrado Jair Bolsonaro, quien aceptó hacer el torneo en Brasil después del pedido de Conmebol.
Desde que se conoció que el torneo se iba a realizar tanto en Colombia como en Argentina, la Copa América sufrió muchas modificaciones. En primer lugar, el torneo estaba pensado para que se realice en 2020, pero la pandemia del COVID-19 fue el detonante para la suspensión por un año de la competencia.
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A partir de ese momento, la Copa América entró en dudas. En primer lugar por la situación sanitaria de todos los países de Latinoamérica sino también por la situación social. Más allá del calamitoso momento sanitario, la crisis social que se vive en Colombia fue clave. El país cafetero fue el primero en registrar su baja este año. Si bien pidió que “la pospongan”, la realidad es que el país de Iván Duque sabía bien que, por tiempos, eso era imposible y fue finalmente suspendida.
Tras esa suspensión, llegó el turno de Argentina. En un primer momento todo se encaminaba a que iba a ser la sede única del torneo, pero después de una charla con Conmebol y tras vivir la peor semana de la pandemia con respecto a los casos, Alberto Fernández decidió que el torneo no se podía organizar en el territorio. Si bien Conmebol lo informó antes, la decisión ya estaba tomada y fue comunicada, incluso, por Eduardo "Wado" de Pedro en C5N.
Durante la última semana, la situación de la Copa América tembló por diferentes situaciones. La primera de ella fue la negativa de los gobernadores de jugar en varios de los estados con más peso futbolero, (como Río de Janeiro o Rio Grande do Sul). Luego de que Bolsonaro encontrara un grupo de dirigentes que respondieron afirmativamente a su pedido, la Copa continuó. Sin embargo, otro de los escollos apareció a partir de una posible negativa de los futbolistas de la Selección de Brasil. Tras un escándalo, con denuncia de abuso sexual sobre el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, hubo un cambio de mandatario. Tité, el técnico que parecía ser echado de su cargo, fue ratificado y los jugadores cambiaron su posición. Ahora, la última barrera fue el Tribunal Superior de Brasil que tomó una decisión definitiva sobre el torneo en ese país.