Copa América 2021: Chile, el plantel que se subió a la rebelión social

En 2019, Chile vivió un estallido social que se expandió a lugares impensados. Entre ellos, varios de los futbolistas que integran la Selección salieron al cruce de lo que pasaba en el país. 

14 de junio, 2021 | 11.33

En octubre de 2019 Chile dijo basta. Con el anuncio del aumento del boleto del subte y las protestas masivas de estudiantes como gota que rebalsó el vaso, se desató una ola de reclamos que derivó en la represión del gobierno hacia el pueblo por medio de las fuerzas policiales. Distintos colectivos alzaron su voz en pedido de que hubiera un cambio estructural, pero hubo uno que sorprendió, principalmente porque, por lo general, brilla por su ausencia en este tipo de situaciones: los futbolistas. Muchos de ellos de la Selección que ahora juegan en la Copa América

Tanto los jugadores chilenos que formaban parte de la liga local como los de más renombre alrededor del mundo se expresaron, ya sea en las marchas, a través de redes sociales o con otras medidas que ayudaron a visibilizar lo que estaba sucediendo. Un ejemplo de esto último fue la decisión conjunta del plantel de la Selección que, según expresaba el comunicado publicado en redes sociales, resolvió suspender dos amistosos, ante Bolivia y Perú, pactados para los días 15 y 19 de noviembre de ese año.

La no disputa de esa serie de partidos contó con el aval de los referentes del equipo, como Charles Aránguiz, futbolista del Bayer Leverkusen alemán, quien al llegar al aeropuerto había dicho: "El partido no se debería jugar. Lo que está pasando en el país es bastante serio".

Pero eso, en noviembre, fue solo la continuación de una tendencia que se había marcado un mes antes, al inicio de las protestas. Gary Medel, símbolo del equipo que ganó las dos Copas América al hilo, publicó en su cuenta de Twitter un sentido mensaje, acompañado de los hashtags #ChileDespertó y #NoMásAbusos. “Una guerra necesita dos bandos y acá somos un solo pueblo que quiere igualdad”, narraba.

 

Otro que se manifestó a través de las redes por la desigualdad sistemática en el país trasandino fue Claudio Bravo, arquero y uno de los emblemas: “Vendieron a los privados nuestra agua, luz, gas, educación, salud, jubilación, medicamentos, nuestros caminos, bosques, el salar de Atacama, los glaciares, el transporte. ¿Algo más?”.

El caso de Marcelo Díaz, volante central de Racing, fue un tanto particular. Después de un vivo de Instagram en el que había dicho que si uno no agredía a las Fuerzas Armadas y la Policía, “ellos no te van a agredir”, publicó una sentida carta en la que pidió perdón y dio detalles de sus orígenes. “Padre Hurtado es una comuna donde, por lo general, la desigualdad social es una bandera de lucha”, contaba, y seguía: “Yo también participaba en todas las manifestaciones que había en la zona tratando de lograr ser escuchados por alguien”.

 

Ignacio Saavedra, mediocampista de la Universidad Católica que en ese momento tenía 20 años, fue uno de los que más compromiso social mostró en aquellas fechas. Como se había suspendido el duelo entre su club y Colo Colo, Saavedra aprovechó para ir a la calle. Suena impensado que un integrante de una de las instituciones más importantes de Chile saliera a marchar, pero el juvenil lo hizo; unas semanas más tarde, apareció en la foto de campeón tapándose el ojo izquierdo en protesta por las personas que sufrieron heridas durante las manifestaciones.

Ahora, casi dos años después, pareciera que todo eso que se sembró en octubre de 2019 —y para lo que varios futbolistas aportaron su granito de arena— está dando sus frutos: en mayo de 2021 el pueblo chileno eligió, a través de elecciones democráticas, a las personas que redactarán la nueva Constitución.

 

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