A menos de tres semanas del inicio de la Copa América 2021, el presidente Alberto Fernández participó de una reunión en Olivos con la dirigencia de la Conmebol para evaluar qué sucederá respecto al torneo continental. Según detallaron desde Casa Rosada a El Destape, se presentó un protocolo "estricto" para poder desarrollar la competencia. Las próximas 48 horas serán claves para resolver si se juega en el país o si se traslada a Chile, que ya se ofreció como alternativa.
El Gobierno argentino presentó a la federación sudamericana un protocolo con "puntos muy estrictos" para que se pueda llevar adelante el torneo en el país como única sede, luego de la deserción de Colombia debido a su crisis social. En la reunión en la Quinta de Olivos, se evaluaron diferentes situaciones que tienen que ver con aspectos organizativos y logísticos. Sin embargo, el punto principal fueron los protocolos sanitarios. En la reunión estuvieron, además de Fernández, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el ministro de Deportes y Turismo, Matías Lammens y el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez.
El torneo, que tiene arrancar el fin de semana del 13 de junio, está en una zona gris desde hace varias semanas, en días de récords de contagios y graves noticias asociadas a la pandemia, como la del fallecimiento del chofer que trasladaba al plantel de River. Como condición para seguir adelante con la organización, el Gobierno presentó un protocolo con puntos estrictos que, ahora, la Conmebol tendrá que analizar. Asimismo, el ministerio de Salud que encabeza Carla Vizzotti evaluará los nuevos estadios propuestos y los requisitos para el ingreso. Uno de los planteos que hizo el Gobierno en Olivos fue que todos los jugadores e integrantes de las delegaciones que entren al país deberán estar vacunados.
Más allá de este análisis, Alberto Fernández se tomará 48 horas para decidir si el país será sede única, sede compartida o si directamente se traslada el torneo a otro país. Este plazo, entre otras cosas, tiene que ver con el impacto de las medidas restrictivas de la última semana en la situación epidemiológica. En caso de no haber mejorías, una de las principales opciones era la posibilidad de trasladar la competencia a Chile, que no sólo ya dio su consentimiento sino que además ofreció un aforo del 30% en los estadios, un pedido especial de la Conmebol al que Argentina adelantó su terminante negativa.
El análisis de los protocolos, por supuesto bajo el retorno de la Conmebol, quedará bajo el estudio de los funcionarios del Ministerio de Salud de Argentina. Durante la semana, la ministra de Salud, en charla con TN había asegurado que la situación puntual de recibir delegaciones "no representa una situación epidemiológica de gran relevancia". Es decir, sostienen que la llegada de las delegaciones, en caso de mantener una burbuja, serían 1200 personas con "un protocolo estricto" que se podría trabajar con el el Ministerio de Turismo y con las Selecciones. No obstante, en caso de no cumplirse esos protocolos, la suspensión aparece como una posibilidad concreta en caso de que las garantías no estén dadas.
La velocidad de la respuesta de Conmebol con respecto a la presentación de los protocolos, por supuesto, también se refiere a que la organización comenzó a trabajar contrarreloj por la proximidad del debut. Asimismo, ya se empezaron a estudiar nuevas posibilidades de sedes en otros puntos del país. En las últimas semanas hubo inspecciones de la confederación sudamericana, por ejemplo, en el estadio de Estudiantes de La Plata. También se supo que es posible que haya más sedes en otras provincias.