Las únicas dos peleas que Gennady Golovkin no ha ganado durante su brillante carrera han sido contra Saúl "Canelo" Álvarez, pero el boxeador kazajo dijo que no estaba usando eso como motivación antes de su tan esperado combate para cerrar una trilogía.
Los acérrimos rivales se encontraron por primera vez en el ring en 2017 y terminaron con un disputado empate. En su revancha en 2018, el mexicano Álvarez ganó una decisión por puntos aún más controvertida que muchos observadores pensaron que podría haber ido al revés.
Si bien Golovkin (42 victorias, 1 derrota, 1 empate) ahora tiene la oportunidad de vengarse del indiscutible campeón mundial de peso súper mediano Álvarez (57-2-2) en su enfrentamiento del 17 de septiembre en Las Vegas, afirma que los resultados anteriores no alimentan su motivación.
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"Estoy viendo la tercera pelea totalmente como una nueva pelea desde cero", dijo Golovkin a Reuters a través de un intérprete. "No saco ninguna motivación de peleas anteriores".
Golovkin, de 40 años, es quizás el peso mediano más dominante de su era y la pelea contra Álvarez marcará la primera vez que el kazajo suba al peso súper mediano para combatir por encima de las 160 libras.
El cambio a una categoría de peso más pesado no ha hecho que el entrenamiento sea muy diferente para Golovkin, quien dijo que el enfoque es asegurarse de que no pierda velocidad y potencia, aunque espera una estrategia diferente de Álvarez, de 32 años, en comparación con sus encuentros anteriores.
"Va a cambiar muchas cosas porque esta pelea se lleva a cabo en una división de peso diferente y su actitud definitivamente cambiará, por lo que habrá muchas sorpresas durante este combate", dijo Golovkin.
Si bien sus mejores años en el cuadrilátero pueden haber quedado atrás, el poderoso kazajo, que una vez hizo 20 defensas exitosas del título, todavía representa una amenaza dada su potente combinación de paciencia, técnica y poder aplastante.
Ha habido sugerencias de que una derrota decisiva en su próxima pelea podría llevar a Golovkin al retiro más temprano que tarde, pero el boxeador dijo que el resultado por sí solo probablemente no afectaría ninguna decisión.
"Es muy difícil señalar solo un factor en particular que pueda influir en mi decisión de terminar mi carrera, a menos que suceda algo malo", dijo.
"Sin embargo, hay muchos matices y podrían desempeñar un papel en la decisión de continuar, pero no le voy a dedicar mucho tiempo a eso. Veremos cómo va".
Con información de Reuters
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