El mundo del boxeo probablemente esté enojado, o quizás gran parte de él, porque los influencers dijeron presente en una velada y no sólo generaron visualizaciones, sino también un motivo más para que el deporte de los puños continúe vivo fuera de los eventos habituales. La Gran Pelea fue el domingo 13 de octubre del 2024 en el Teatro Gran Rex y tal como sucedió meses atrás en el primer Párense de Manos, la gente acompañó a los que se lucen fuera del ring como Yao Cabrera o L-Gante. Los que no los siguieron probablemente no conocen los detalles que unieron a esta jornada con el noble arte de pegar y no dejarse tocar, que a su vez plantó una duda entre los más fanáticos de esta disciplina.
Cantantes, youtubers, público enardecido por ver a sus ídolos y un recinto que se fue llenando con el paso de las horas no al límite de rebalsar, pero sí con grandes y chicos con ganas de ver peleas. No estuvieron solos, porque además de los protagonistas la propia gente del boxeo estuvo en dicho lugar para ser parte y colaborar. Desde el armado del cuadrilátero, las licencias y hasta la fiscalización de los combates, además de las presencias rutilantes de Alejandra "Locomotora" Oliveras y Marcela "Tigresa" Acuña, las dos máximas exponentes del boxeo femenino en nuestro país que se reunieron dejando atrás diferencias personales para ser comentaristas.
Así, con ellas y Emanuel Masseroni -hijo del exboxeador Walter Masseroni-, dio inicio una velada en la que hubo 9 duelos amateur de 3 rounds de 3 minutos por uno de descanso. El plato principal quedó para el final y fue la presentación de Yao Cabrera -el más esperado por la gente-, que le ganó con polémica a Tomás Holder a los pocos segundos del inicio del asalto inicial. El ex Gran Hermano sucumbió ante el primer cruce fuerte y no hubo recuperación que valga. El uruguayo se quedó con el triunfo, el cinturón y un trofeo que guardará al menos hasta el cruce con Coscu -Martín Pérez Di Salvo-, a quien desafió públicamente.
Todo indicaba que Gonzalo "Patón" Basile sería el único representante del boxeo argentino arriba del ring en esta jornada. Sin embargo, el púgil de Camioneros no lo fue, ya que hubo árbitros de nuestro país impartieron justicia y pertenecen a la WPC (World Pugilism Commision), una entidad ninguneada por la Federación Argentina de Box -la cual decidió no participar-. La misma organización, que contó con distintas autoridades allí, les brindó las mencionadas licencias a los protagonistas para que puedan competir y todo estuvo bajo un reglamento ajustado al evento en cuestión.
Derrota del Patón Basile y L-Gante le ganó a su amigo Facu HDR
Con respecto a la caída de Basile en el primer capítulo, cuando todos los daban como el ganador se encontró con un Julio Pitbull insaciable que no dudó al atacarlo y le provocó una caída que fue determinante. La pelea terminó a los pocos segundos de arrancar y el influencer entrenado en el gimnasio de Facundo Simal levantó la faja de campeón. Es importante remarcar la presencia de los entrenadores también, ya que varios de ellos son parte de las veladas de boxeo habitualmente y no le cerraron la puerta a los influencers.
L-Gante también participó de La Gran Pelea y no la tuvo fácil, ya que se enfrentó con su amigo Facu HDR. El creador del RKT fue superior en los tres asaltos y con un boxeo poco ortodoxo -como la gran mayoría a lo largo de la noche- se impuso en las tarjetas. El mencionado cantante que se quedó con la victoria contó con el excampeón mundial Brian Castaño en su rincón, disfrutó de la presencia de los suyos y hasta tuvo un gran gesto al entregarle el cinturón a su madre ni bien terminó el duelo.
Pero... ¿Es boxeo?
Muchos dirán que es un show -o un mal llamado circo- y probablemente en algún punto tengan razón porque el boxeo en nuestro país es muy diferente. Pero lo cierto es que reglamentariamente fueron 18 boxeadores amateur los que se subieron al ring a pelear. Con dos meses o menos de entrenamiento, pero boxeadores al fin, con su licencia y sus limitaciones. Apoyados no sólo por el calor de las tribunas, sino también por sus técnicos, muchos de ellos del ambiente. Con excampeones del mundo como Castaño o la dupla Oliveras-Acuña que tanto revuelo generó, como con gimnasios tales como el Villa Raffo, el Fiori, el Horizonte de zona sur de la provincia de Buenos Aires o el del ya mencionado Simal que tiene a Pablo Migliore entre sus filas.
Con reglas adaptadas, pero con el profesionalismo para llevar a cabo un evento que convocó una gran cantidad de gente -en el Gran Rex y por YouTube- y que no tuvo más disturbios que los que se dieron entre los propios protagonistas que tampoco fueron muchos. Las personas pagaron su entrada y disfrutaron de una jornada que, claro que no tuvo el "nivel boxístico" de las veladas que comunmente se realizan, pero sí generó lo que el boxeo a veces no hace. La llegada de una gran cantidad de sponsors, la famosa bolsa a cada uno de los peleadores por encima de lo que se recibe actualmente teniendo en cuenta que muchos púgiles cobran poco y el acompañamiento del público en todo momento.
Los que también brillaron en la noche del Gran Rex
La tarde en el mítico teatro la abrieron Roy y Cris Pierri en un atrapante duelo en el que a ambos se les complicó el final. Ya sin aire después de tres intensos asaltos, el primero se quedó con la victoria y, como no podía ser de otra manera, le dedicó el título a su famosa abuela que lo esperaba ansiosa cerca del ring. El que no pudo ganar a pesar de ser favorito fue "Licha" Navarro, el exparticipante de GH que perdió con "El Wandii" luego de un cruce picante. Por su parte, Nani Di Maio liquidó a Thomy Maese pocos minutos después.
Mariano Nahuel y Brandon David protagonizaron el combate más esperado por todo Florencio Varela y el primero de ellos se alzó con el triunfo. Quien también hizo lo propio fue "La Pinky", que dejó en el camino a Flor Figola en la única pelea femenina. Además, completaron la cartelera Escobeditto y Nahu Senger, donde este último se impuso antes de los cruces estelares. Los cantantes tampoco se perdieron una jornada única que generó molestia en el boxeo argentino e ilusión en quienes sueñan con subirse al ring para pelear como sus ídolos.