Si bien no fue la única catalogada como "Pelea del siglo", sí fue la más importante en la historia del deporte de los puños para nuestro país. Un combate de película tuvo lugar un 14 de septiembre de 1923 en Polo Grounds, Nueva York, y el juninense de 28 años Luis Ángel Firpo se subió al ring para tratar de arrebatarle el título de campeón mundial pesado a Jack Dempsey en un cruce que no duró tanto, pero sí tuvo muchas emociones en sólo dos asaltos -o 3 minutos y 57 segundos-. En honor a esa fecha icónica para el boxeo nacional se estableció que se conmemore como el día del boxeador argentino.
Muchos púgiles siguieron el camino del "Toro Salvaje de Las Pampas", pero pocos tuvieron un duelo épico como el suyo contra Dempsey. No sólo por lo que sucedió arriba -y abajo- del cuadrilátero, sino también por la trascendencia que tuvo a nivel global. Es que el nacido en Junín el 11 de octubre de 1984 cayó siete veces en el primer asalto -nueve en total-, pero la imagen más recordada es la del propio estadounidense recibiendo los golpes de Firpo que lo sacaron del ring y que tiempo después apareció en libros, series y hasta en una pintura histórica.
Jack Dempsey estuvo entre 14 y 18 segundos afuera del ring tras esa caída estrepitosa sobre los periodistas presentes que se encontraban cerca del ring. El árbitro del combate, James Gallagher, permitió que vuelva a subir aunque, por el tiempo transcurrido, merecía una descalificación que consagraría al visitante. Esto no sucedió, el local regresó y se impuso por la vía rápida en el segundo asalto en un enfrentamiento que desde un rincón de nuestro país se vivió con mucha pasión y tuvo a muchísimos espectadores atentos a lo que pasaba.
Es que, en aquella época, el boxeo estaba prohibido en la Ciudad de Buenos Aires ya que se lo consideraba como una expresión clandestina y violenta. Aquella noche, una multitud se acercó a las inmediaciones del Palacio Barolo para estar pendientes de las novedades que llegaban por medio de una antena ubicada en lo más alto del edificio que indicaría los colores rojo (si ganaba Dempsey) y verde (si Firpo conseguía el triunfo). Mientras tanto, el argentino -que se enteró horas antes de su fractura en el codo izquierdo- buscaba la gloria máxima de un boxeador y dejó absolutamente todo para quedarse con la victoria. El resultado no fue el esperado pero no estuvo lejos de lograrlo y quedó en la historia grande del deporte de los puños, que comenzó a ser popular en Argentina. Por supuesto, Luis Ángel Firpo llegó como un verdadero héroe a nuestro país más allá de lo sucedido y se le otorgó la licencia n°1 del boxeo nacional por ser el primero en combatir por un título del mundo.
El "Toro salvaje de Las Pampas" culminó su carrera con 31 victorias (26 por KO) y sólo 4 derrotas desde su debut en 1917 hasta su retiro en 1936. El argentino se reencontró en nuestro país con quien fue su más peligroso rival años después y hasta recrearon aquella imagen que trascendió a nivel mundial. Ambos compartieron tanto asado como mate y compartieron un momento agradable las veces que Dempsey viajó a Buenos Aires. Firpo falleció el 7 de agosto de 1960 a raíz del Mal de Chagas dejando un legado inmenso para las próximas generaciones de boxeadores y sus restos se encuentran en el Cementerio de la Recoleta.
Firpo lanzando a Dempsey fuera del ring descripto en una pintura histórica, un libro de Julio Cortázar, el fútbol y los Simpson
La foto de Jack Dempsey sobre las cuerdas por los golpes de Luis Ángel Firpo recorrió el mundo y Julio Cortázar fue uno de los primeros en retratarla a su manera. En un fragmento del libro La vuelta al día en 80 mundos, el escritor detalló cómo vivió aquel combate junto a su familia cuando sólo tenía 9 años y describió la jornada como "una noche triste" en la que lloró junto a su tío y vecinos "ultrajados en su fibra patria". Sin embargo, el nacido en Bélgica en 1914 no fue el primero en rememorarla, ya que -entre 1923 y 1924- el artista George Bellows pintó un óleo sobre tela de aquella caída del estadounidense entre los periodistas que cubrían el mencionado evento.
Pocos hechos pasaron tan rápido del mundo del boxeo al del fútbol con poco tiempo de diferencia. Después de aquella icónica pelea, un club de El Salvador llamado Tecún Umán cambió su nombre por el del púgil que dejó su huella en Estados Unidos. De hecho, los hinchas reconocieron al "Toro salvaje de Las Pampas" cuando llegó a dicho país en 1951 para ver al equipo y lo recibieron con honores. Tal fue la trascendencia de esta pelea, que la recordaron en distintas películas de Hollywood y hasta Matt Groening la incluyó en un capítulo de los Simpson donde Homero -en su etapa como boxeador- protagonizó la misma acción que el argentino. Es que en el tercer episodio de la octava temporada de la reconocida serie, el integrante más grande de la familia amarilla sacó a su rival del cuadrilátero al mejor estilo Firpo.