Ciro “El Buho” Cairo tiene 7 años, es de Villa Ortúzar y es el hijo menor del matrimonio de Soledad y Emanuel. Desde los dos años, sus papás notaron en él un interés particular por el boxeo, aunque en principio decidieron mandarlo a fútbol, tal como practica su hermana mayor.
A los 5 años le regalaron su primera bolsa de boxeo y los primeros guantines. Desde ese momento, Ciro entrena todos los días en dos clubes diferentes y los fines de semana lo hace en su casa con su papá. Con la ternura que caracteriza a un niño de su edad, sueña con ser campeón del mundo y que algún día “le levanten las manos arriba del ring”, según expresó.
En el día del boxeador argentino, la historia de este pequeño grande que, con un talento único y una destreza inentendible para su corta edad, ya se perfila como una de las promesas de los próximos años dentro del boxeo argentino.
Un pequeño de gran futuro
Es cotidiano que los más pequeños copien acciones o pensamientos de sus padres durante el proceso de crecimiento hasta comprender sus propios gustos. Sin embargo, Ciro, un adelantado que sin conocer ni tener antecedentes dentro de su familia, con solo dos años ya sabía que quería practicar boxeo: “Mis papás me llevaron a fútbol, pero yo les dije que no quería ir más. Que quería hacer boxeo”, contó el niño que, en la actualidad, pasa sus mañanas en el colegio y por las tardes entrena en Argentinos Juniors y en Chacharita. Sus papás escucharon el pedido de Ciro y lo acompañaron en su decisión. Así como el niño nunca había tenido un acercamiento con el boxeo, sus padres tampoco y tuvieron que aprender con él.
Con el tiempo, y viendo las capacidades que tiene Ciro para el boxeo, le armaron un espacio en su casa con materiales deportivos para que él pueda entrenar en sus ratos libres. “Yo no miro dibujitos, yo miro peleas de boxeo”, cuenta. Como los grandes del boxeo, él también tiene un apodo que lo identifica y describe su habilidad deportiva. “El ‘Búho’ me lo puso mi tío, porque dice que el ratón de campo es veloz, pero el Búho ve de noche”, agregó.
Ciro tiene una dedicación única por el boxeo, pero también una excelente conducta deportiva. Sueña con que algún día un juez levante sus manos arriba de un ring, como signo de ser el nuevo campeón del mundo. Guarda en la memoria muchas veladas boxísticas que vio en la televisión, pero sin dudas sus preferidas son en las que participó Marcos “El Chino” Maidana. “Me gustan muchos boxeadores, como Maravilla Martínez, Brian Castaño, Floyd Mayweather. Pero el mejor de todos es el Chino Maidana, que va para adelante, pega y pega. Yo quiero ser campeón del mundo como él", detalló
A partir de que sus videos entrenando se hicieron virales en las redes sociales, el boxeador santafesino, que en la actualidad se dedica a realizar eventos deportivos, decidió comunicarse con la familia de Ciro y los invitó a uno de sus eventos, para conocer al pequeño campeón. En esa velada, no solo pudo compartir un momento con su ídolo, sino que también realizó una exhibición para todos y para el propio Chino Maidana que, según cuenta la familia, se sentó arriba del ring a ver el talento de Ciro.
La familia del pequeño campeón
En Argentina, uno de los deportes más comunes es el fútbol. Por tal motivo, Soledad y Emanuel, los padres de Ciro, creyeron que esa sería una buena actividad para que practicara su hijo, en los momentos que no estaba en el colegio.
Pese a tener el ejemplo de su hermana, que juega al fútbol, Ciro nunca sintió empatía con ese deporte y desde temprana edad manifestó sus ganas de hacer boxeo. Su pedido sorprendió a sus padres, ya que no había antecedentes de familiares que practicaran ese deporte: “No sabemos de dónde sacó sus ganas de hacer boxeo, porque no éramos de ver peleas, más que las veladas importantes que televisaban. Mi marido practicó boxeo, pero antes de que Ciro naciera”.
La decisión del pequeño llevó a que sus padres tuvieran que interiorizarse con el deporte y hasta decidieron armar un mini gimnasio para contribuir con su entrenamiento. “Ciro nos va abriendo puertas todo el tiempo. Aprendimos muchas cosas de él y queremos estar para acompañarlo en cada decisión”, reveló su mamá.
Entre las anécdotas que tiene el pequeño boxeador de tan solo 7 años, la madre recuerda que una vez regresó del colegio y preguntó qué era un autógrafo y cuando le consultaron de dónde conocía esa palabra, Ciro comentó que unos nenes más grandes le habían pedido uno, pero que él no sabía lo que era. Sobre el deseo de su hijo de ser campeón del mundo y triunfar dentro del deporte la madre aseguró que, como padres, priorizan que Ciro “sea feliz y logre sus objetivos, todos los que tenga, de ahora en adelante”. Si bien el pequeño tiene un talento único y grandes proyecciones dentro del boxeo, hasta los 14 años no puede comenzar a realizar exhibiciones como amateur. Pese a eso, no pierde tiempo y entrena todos los días para mejorar la técnica y aumentar sus habilidades.