Cada vez que algún deportista se destaca en su disciplina haciendo historia y siendo mundialmente reconocido por ello, mayormente recibe el 'mote" de GOAT -Greatest Of All Time o el mejor de todos los tiempos-. Es el caso de Lionel Messi en el fútbol, Novak Djokovic en el tenis o Michael Jordan en el básquet, entre otras leyendas. El pionero en la materia fue un boxeador que no sólo quedó en el recuerdo de muchos por lo hecho arriba del ring, sino también por su lucha incesante debajo del cuadrilátero. Es nada más y nada menos que Muhammad Ali -nacido bajo el nombre de Cassius Marcellus Clay Jr.-, quien un día como hoy hace 50 años protagonizó junto a George Foreman la memorable "Pelea de la selva".
Don King, en aquel momento el promotor más importante a nivel internacional en el deporte de los puños y con los años el más controversial, dio lugar a un verdadero espectáculo entre dos de los más grandes deportistas que ha dado el boxeo. La antigua Zaire -hoy República Democrática del Congo- fue el escenario elegido para este compromiso que fue mundialmente promocionado ya que tendría a dos grandes figuras cara a cara. En juego estaba el título mundial pesado del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), cinturón que el propio Ali tuvo en sus manos antes de que lo condenen a prisión por negarse a formar parte del ejército de Estados Unidos. Era la oportunidad perfecta para quitarle el invicto a un Foreman que no sólo era el campeón, sino llegaba con todas las de ganar en una noche que el planeta esperaba.
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Hasta el 30 de octubre de 1974, Ali llegaba con un récord de 44 victorias y 2 derrotas desde lo que fue su debut como profesional en 1960 mientras que Foreman registraba 40 triunfos y nunca había visitado la lona. Lamentablemente para él le tocó sucumbir ante el poder de quien automáticamente adquirió el apodo de "GOAT". La espera se hizo larga para Clay Jr., quien recién en el octavo capítulo logró su cometido y recuperó el cinturón contra quien en ese momento era el principal candidato. Fueron 24 minutos de acción pura en donde ambos púgiles dejaron todo arriba del ring para que el oriundo de Louisville se lleve un triunfo que quedaría en la retina de los fanáticos que pudieron verlo en la madrugada de Kinsasha, Zaire.
El combate comenzó a las 4 de la mañana en dicho país para que sea transmitido en la medianoche de Estados Unidos por cuestiones de derechos televisivos siendo el plato fuerte de la noche del Estadio 20 de Mayo que marcó un antes y un después. El mismo dejó un imagen imborrable para los fanáticos en la que se lo ve a Muhammad Ali luego de conectar el golpe definitivo y a Foreman en la lona, antes de que se decrete el final de la pelea. Fue la única vez que se vieron las caras arriba del ring y aquella noche quedaron en la historia ante 100.000 personas y luego recibieron una bolsa de 5 millones de dólares pagados por el dictador Mobutu Sesé Seko, quien cerró negocios con el ideólogo de este duelo, Don King. La inversión total en este evento no sólo llevó a estrellas tales como James Brown o BB King a un megaconcierto previo al cruce de pesados en Zaire, sino que además perjudicó al país en cuestión.
Un detalle no menor es la importancia que esta jornada -que estaba prevista para el 26 de septiembre y Foreman tuvo un corte en su ceja que le impidió pelear- tuvo para la comunidad africana en ese momento. De hecho, los fanáticos que esperaban ansiosos este histórico choque tenían a su favorito y era justamente Ali. El motivo de este "fanatismo" fue que el campeón llegó a Zaire con tres perros pastores alemanes y varios guardaespaldas. Esto generó descontento entre los locales que tenían como recuerdo a los perros de la Policía Belga persiguiendo a la multitud en protestas sociales.
El inicio de un apodo que trascendió en el deporte y que hoy llevan los más grandes de la historia
Si bien en aquel momento tuvo la importancia que merecía, el combate también conocido como "la pelea del siglo" ganó más y más relevancia con el paso del tiempo. Quienes la vivieron y disfrutaron destacan lo hecho por Ali a lo largo de los ocho rounds donde hizo honor a la famosa frase que luego inmortalizó: "vuela como una mariposa, pica como una abeja". Sus movimientos arriba del ring recostándose sobre las cuerdas y los rincones llevaron a que su rival lo ataque constantemente mientras él respondía en retroceso y con un poderoso jab, la mano que conectó a falta de 12 segundos para el final del octavo round y que definió no sólo la pelea, sino también su merecido apodo de "GOAT".
En principio, "The Greatest Of All Time" es un término que se conoci cuando, mucho tiempo antes, en un poema en la previa de la pelea ante Sonny Liston en la década del 60, él mismo se habló como "The Greatest" y, a partir de allí, su apodo creció en reconocimiento. Incluso, "The GOAT", luego llegó por haber sido la tapa de un libro que hizo recorrer su historia y que, además, tenía la foto de la pelea en Zaire.