Ramón "Wanchope" Ábila liquidó al Consejo de Fútbol de Boca, club del que se fue en 2020 luego de varios problemas con la dirigencia. Además, en aquel entonces lanzó dardos públicamente contra el grupo que hoy conforman Mauricio "El Chicho" Serna, Marcelo "El Chelo" Delgado, Raúl Cascini y Jorge "El Patrón" Bermúdez.
El delantero de 32 años, que actualmente juega en Colón de Santa Fe, continuó con los fuertes cuestionamientos a la distancia, en esta oportunidad en el diálogo con el youtuber Ezzequiel. Y repasó los detalles de aquella salida desprolija tras la temporada en la que estuvo a préstamo en Estados Unidos, antes de fichar finalmente con "El Sabalero" en 2021.
Wanchope Ábila lapidó al Consejo de Fútbol de Boca: "El miserable se ve con el poder"
En plena entrevista, el cordobés recordó ese momento tan complicado de su carrera y dijo: "No me habían comunicado nada de cómo era mi situación, estuve un mes y medio entrenando sin que nadie me dijera nada". De pasó, apuntó contra el entonces entrenador: "(Sebastián) Battaglia tampoco me avisó qué iba a pasar conmigo, no me dejaban hacer fútbol".
Con relación a su descargo público contra la dirigencia en esa época, el atacante explicó: "En un momento me cansé de esperar y tener que estar mendigando esa comunicación. Eso que subí sirvió porque pude salir de Boca y volver a jugar". "Yo siempre fui de frente y sincero, eso no me lo va a reprochar nadie. Eso me deja tranquilo, fui muy leal con mis principios", profundizó.
El vínculo de Wanchope Ábila con Riquelme en Boca
Consultado acerca del ida y vuelta con el vicepresidente y máximo ídolo de la institución, el ex Huracán repasó que su relación con él "era muy buena". "Siempre que nos veíamos nos saludábamos, él me mandaba mensajes después de que hacía un gol. Siempre fue de mucho respeto y de admiración por mi parte", amplió el futbolista. También aclaró que nunca discutió ni tuvo "roces" con él.
Con respecto a los manejos del Consejo, el ex Instituto resaltó que "era como pasa ahora: no era clara la comunicación y muchas cosas fallaban". Incluso, señaló que "se hacía un teléfono descompuesto hasta que llegaba Román, que clarificaba todo. Son sus formas". "Podemos no estar de acuerdo, pero no las criticamos", agregó.
El goleador expresó que "a lo mejor es su manera de ser y, con el poder que tienen, lo sacan a la luz de esa forma". De una manera muy cruda, opinó que "lo peor que puede haber es una persona con poder, porque saca todas las miserias. El miserable se ve con el poder".
Acerca de los motivos por los que dicho grupo de la entidad de La Ribera procede de esa manera, Ábila especuló: "Quizá ellos sentían nostalgia, celo, por no poder estar jugando como nosotros. No sé... Eso hay que preguntárselo a ellos". "Si a vos no te gusta algo mío, mi cara o lo que sea, perfecto, pero decímelo y me voy. No me hagas estar así... Quizá alguno se lo banca y está perfecto, pero yo no", insistió "Wanchope". Y profundizó: "Yo no lo tolero ni un poquito porque me manejo de otra manera. Uno siempre trata de cuidar las formas, pero a veces se hace muy complicado. Uno tiene otras formas, yo no las comparto".
El cordobés desmintió que los problemas hayan existido por una cuestión política, ya que algunos jugadores habían sido contratados durante la gestión del presidente anterior, Daniel Angelici: "Cuando llegamos a cierta instancia, tuvimos una reunión y a lo que nos propusieron dijimos 'bueno muchachos, está bien'. Aceptamos y nos fuimos porque no queríamos discutir ni nada de eso. Evitábamos el problema". Además, recordó que "Carlos (Tevez) decía que no valía la pena discutir con ellos". "Queríamos competir y ganar por la camiseta, más allá de lo político", afirmó.
¿El Consejo de Fútbol les arma los equipos a los técnicos de Boca?
Cuando Ezzequiel le hizo una de las preguntas más picante, Ábila contestó: "Yo no te lo podría decir, al menos conmigo no pasaba. Yo con Miguel (Russo) era suplente, entraba, hacía goles y tampoco jugaba... Entonces, uno lo toma como que es una decisión del técnico". Y completó con el concepto de que "sí a veces se hablaba de que algún compañero ya sabía de antemano qué partido jugaba y qué partido no".