El fútbol argentino tiene, a lo largo de su rica vida, historias superadoras y más que llamativas de jugadores por cómo derivaron tras retirarse de la actividad. Una de ellas es la de Silvio Carrario que, además de haber jugado en Boca Juniors con Diego Maradona, se dedicó al folklore, fue guardavida e incursionó en otros oficios para ayudar a sus padres.
La historia de "Tweety", como es popularmente conocido en el mundo del deporte, tiene un sinfín de particularidades. Además de ser uno de los futbolistas argentinos que más equipos jugó con 18, la historia del cordobés también se destaca por la amplio repertorio de sus trabajos.
La experiencia de Carrario en Boca Juniors y su historia con Maradona
Carrario dio sus primeros pasos en el fútbol en Central Córdoba de Rosario, club en el que debutó, para después dar el salto a Talleres y luego a Racing. Sin embargo, Carlos Bilardo, que era el entrenador de Boca en 1995, ya lo venía observando desde hacía tiempo y lo llevó como uno de los primeros refuerzos de la era de Mauricio Macri, previo a que el denominado "Dream Team".
Si bien en aquel entonces el "Xeneize" no se encontraba en una buena situación futbolística, "Tweety" se dio el gran gusto de jugar con Diego e, incluso, generó una buena relación con el máximo ídolo popular. En una nota con La Nación, recordó el día que el 10 le pidió que lo acompañara a un partido a beneficio: “Quiero que estés vos, fue impresionante”.
Carrario y su vida en el folklore
Pero su vida no se guió solo por el fútbol, ya que Carrario estuvo metido de lleno en el folklore, una de sus pasiones desde que era muy chico. Incluso, el propio cordobés reconoció que los pasos de baile sirvieron para obtener ritmo y manejo del cuerpo. En ese sentido, destacó que, gracias a la danza, fortaleció sus piernas y su velocidad en la cancha por los bailes que realizaba en pueblos cercanos.
Oriundo de Bell Ville, ciudad cordobesa, Carrario se dividió entre el folklore y el fútbol. “Todo eso me dio coordinación para manejar el cuerpo. Yo camino como Chaplin. Ahora estoy un poco más controlado, pero cuando corría era como mi mamá con chancletas, iba con las piernas para afuera”, comentó al respecto.
Guardavidas, otro oficio de Carrario
Pero la curiosidad de Carrario no se quedó en las dos actividades anteriores, sino que fue por más. "Tweety", reconocido por su inquietud y su humor ácido, se interesó en ser guardavidas con un detalle: no sabía nadar.
Sobre por qué decidió elegir dicho oficio, explicó entre risas: “Lo hice porque estaba loco. No sabía nadar y tenía a un compañero de trabajo, Javier Elías, que medía como dos metros y él sí era nadador. Eran las 9.30 y estábamos justo limpiando las sombrillas y cuando los vi me tuve que tirar. Tragué más agua… me iba hasta el fondo, me acercaba al chico y lo tiraba para arriba y lo iba acercando. Estuve toda la mañana escupiendo agua como si fuera una fuente”.
El paso de Carrario por la política
Con su currículum bastante cargado, Silvio tuvo distintas ofertas de trabajo previo a la pandemia previo a la pandemia. Si bien tuvo una corta experiencia como entrenador en la cuarta división de la Liga de Ibiza y sueña con dirigir en el fútbol juvenil, tuvo otra importante vivencia.
En su Bell Ville natal, Carrario fue director de deportes y, también, tuvo un paso fallido como legislador provincial en las elecciones del 2019 en la Lista de Unidad de Somos Cambio. Sobre dicha práctica, manifestó: “No pude meterme de lleno en la política porque no tengo ambición de sacar algo o llegar a algo más. Quise hacer las cosas que están en el reglamento y no se pudo. Estamos en un país raro”.