El expresidente Mauricio Macri presentó su último libro llamado "Para qué" y más allá de referirse a su carrera política, le dedicó varias páginas a su paso como máximo mandatario en el club Boca Juniors. Su etapa como dirigente es de las más recordadas, no solo por lo ganado sino también por los conflictos que atravesaron a la institución de la Ribera en ese tiempo. "La convivencia con Riquelme fue un problema complejo para Bianchi", asegura.
Si bien una gran parte del libro se refiere a los desafíos que atravesó el dirigente de Juntos por el Cambio (JxC) en Casa Rosada, se refiere a sus días "más felices" como directivo del Xeneize. A pesar de lo mostrado por ambos, el ex mandatario asegura que la relación entre el DT máximo ganador de la historia de Boca y el ídolo, actual vicepresidente, no era buena.
"La convivencia con Riquelme, un jugador muchas veces desafiante y reacio a aceptar cualquier tipo de límites, fue un problema complejo para Bianchi. Fui testigo de varios desplantes del jugador hacia el técnico en los entrenamientos y los viajes", afirma. Y añade recordando la final contra Bayern Múnich, en Tokio: "Me colé en el entrenamiento para despuntar el vicio de patear la pelota, como hacía de chico. Los jugadores estaban corriendo alrededor de la cancha. Todos menos Riquelme, que en lugar de recorrer el perímetro del campo de juego se esforzaba en correr menos y giraba, desganado, en la línea central".
En ese momento cuenta que Riquelme se acercó al "Virrey" y al preparador físico, Julio Santella y lo escucha decir: "Carlos, suficiente, ya está... No quiero seguir dando vueltas a la cancha". Frente a esa situación, Macri observó un "gesto de fastidio" de Bianchi pero se hizo el distraído. "Para Carlos, que se había destacado desde siempre por ser un hombre muy estricto en cuanto a la disciplina y el esfuerzo igualitario, que un jugador quisiera imponer su propio entrenamiento era algo inadmisible", comentó.
En la misma línea, el expresidente de la Nación aseguró que los desafíos del máximo ídolo se hicieron cada vez más frecuentes y opinó que esa fue la razón por la cual Bianchi se fue de Boca tras su primera etapa. También sostuvo que, tras su paso por el Villarreal de España, el ahora vicepresidente del Xeneize cambió su actitud. "Creo que Román sintió una profunda necesidad de demostrar que sus cualidades como jugador estaban intactas. Volvió y fue la figura excluyente del equipo, a diferencia del ciclo anterior hizo la diferencia", manifestó como si el "10" no hubiese sido clave en los anteriores títulos conseguidos, como la final contra el Real Madrid en noviembre de 2000.
La definición de Román sobre Bianchi, que contradice a Macri: "Es como mi papá"
Más allá de los dichos de Macri, es sabido que la relación entre Riquelme y Bianchi es buena y hasta familiar. En cada oportunidad, el ex enganche defendió al DT y lo mismo hizo el entrenador con el exfutbolista. "Riquelme sigue demostrando todo lo que sabe. Hizo un muy buen partido y aparte hizo un golazo. Tiene una capacidad para hacer mucho más de lo que está haciendo", lo elogió en el 2001 cuando volvieron a ganar la Copa Libertadores juntos.
"Tal vez antes era un poco discutido, hoy Román ya convenció que es el mejor 10 del fútbol argentino. El Riquelme de hoy (1998), puede jugar en cualquier equipo del mundo", dijo el "Virrey" en otra oportunidad. Incluso, desde su regreso a la institución, se habló varias veces de que se acerque a trabajar en la secretaría técnica.
Por su parte, Riquelme no se quedó atrás con los halagos. "Nunca va a haber un técnico mejor que ese (Bianchi). Nosotros tuvimos la suerte de que nos dirigió el entrenador más grande de la historia del fútbol argentino. Nunca nadie lo va a superar. Un tipo que se sienta y vos decís, ¿qué ganó para que digas eso? Cuatro Libertadores y tres del mundo. Le ganó al Real Madrid y dos veces al Milan", lanzó cuando lo comparaban con Marcelo Gallardo en River.
En otra ocasión, el "10" de Boca realizó una conferencia de prensa junto a Bianchi por una interna en el vestuario. "Queremos disfrutar de la gente y del entrenador que tenemos... El otro día perdimos con Vélez y el domingo, en la tapa de un diario, pusieron que me peleé con el entrenador. Es como mi papá, no me da vergüenza decirlo acá adelante de todos. Es como mi papá, sépanlo", expresó. Y en aquel momento, sumó sobre los medios de comunicación: "Sabemos que quieren confundir al hincha y eso no se hace".
Tiempo después, ya retirados, Riquelme y Bianchi se mostraron en varias ocasiones juntos para enviarles mensajes a los fanáticos. "Acá Román y yo, sé que es el día del hincha de Boca hoy... Que pasen unas felices fiestas y un muy buen año, felicidades", dice el Virrey en un video donde se los ve abrazados y sonrientes. Y Román, algo risueño, completa: "Acá el hombre es mitad de Vélez y mitad bostero. Yo soy totalmente bostero y les mando un beso grande, que la pasen muy lindo".
En contrapunto, ambos ídolos de Boca siempre se mostraron enfrentados a Macri en diferentes épocas. Los dos momentos más recordados son el "Topo Gigio" de Román hacia el palco donde se encontraba el en ese entonces presidente y el día que Bianchi dejó a Macri en una conferencia de prensa, molesto por las formas de la dirigencia cuando decidió no renovar contrato.
"Si vos, Carlos, querés tirar la toalla y no vale la pena volver a remar (...), es tu decisión. Pero yo estoy acá para hacer lo mismo que hice el día que te fui a buscar a España", dijo Macri en la conferencia ante un Bianchi confundido por la interrupción de su anuncio. Y agregó: "Vos tenés que darnos una respuesta, los hinchas merecemos tener clara la situación y no que haya malos entendidos que llevan a una situación tan penosa (...). Yo también me quiero enterar cuales son las razones, tal vez estoy equivocado".
El histórico momento
Si bien el DT sostuvo, en aquella ocasión, que no había renunciado sino que su decisión era no prolongar contrato con el club por temas personales, Macri volvió a insistir varias veces y lo puso en una posición de clara incomodidad. Frente a esto, Bianchi se levantó molesto y lo dejó sentado solo en la sala de conferencias, perplejo por la situación.
Mientras se desconoce el estado actual de su relación, por otro lado, Riquelme y Macri están enfrentados políticamente en la actualidad. El máximo ídolo, junto a Jorge Amor Ameal, venció al candidato impuesto por el macrismo -que se quedó afuera de la dirigencia de Boca tras 24 años de gestión- en las últimas elecciones que se desarrollaron a fines del 2019. Con mayor interés a las diferentes disciplinas del club, una política más relacionada con lo social y varios títulos bajo el brazo, el "10" se mantiene firme en su mandato y sueña con seguir cuatro años más.
"Las mismas tensiones que provocó en su etapa como jugador, las vuelvo a ver en la actualidad, a partir de su transformación dirigente de fútbol", observó Macri sobre la gestión. El próximo año habrá nuevas elecciones y el ex presidente intentará recuperar el poder perdido en el club de sus amores. Resta saber si se enfrentará directamente contra Román o pondrá a uno de sus hombres más cercanos.