Boca atraviesa un momento institucional realmente conflictivo. Todos los ruidos y rumores se consolidaron con la explosiva renuncia de Mario Pergolini a la vicepresidencia de Boca y sus posteriores declaraciones en contra de Juan Román Riquelme. Y por si fuera poco, un reciente pasacalle sumó un nuevo dolor de cabeza para el Xeneize porque dejó al descubierto que la división no es solo una cuestión de dirigentes o jugadores y cuerpo técnico, también está presente en la barra brava.
El pasacalle que apareció colgado durante la madrugada en el complejo Pedro Pompilio dejó en claro que la interna de La 12 hoy está al rojo vivo. “Está cambiando el club, falta la barra… (dirigentes no se metan)”, fue el mensaje que calentó el clima que se vive en Boca.
El hecho está relacionado con la disputa por el poder de los violentos xeneizes. El último antecedente se dio hace algunos días, cuando 50 integrantes de la facción de Lomas de Zamora liderados por Walter Coronel fueron a buscar a Rafael Di Zeo al club que la familia de Mauro Martín tiene en Villa Luro.
La intención era dar la batalla final y por eso expusieron armas de todo tipo y calibre. Sin embargo, la lucha nunca llegó a librarse debido a un llamado que alertó a los actuales cabecillas de La 12: abortaron el viaje y se comunicaron con la Policía para que se hiciera presente en el lugar del conflicto.
La guerra en La 12
Antes del comienzo de la pandemia, Marcelo Aravena -apodado El Manco y líder de la facción de Lomas de Zamora- cayó en prisión por la causa de La Salada. El control entonces lo tomó Coronel, jefe de la barra de Los Andes y con un una condena a tres años y un juicio pendiente por doble homicidio.
La pena era por querer copar la tribuna de Excursionistas el año pasado, mientras que el incidente que terminó con dos muertes fue dentro de la interna con los violentos de Boca. En esa misma causa está involucrado Di Zeo, con quien hoy se encuentra enfrentado por sospechar que lo traicionó.
El líder de La 12 junto a Mauro Martín intentó resolver un conflicto con Coronel que se había iniciado por el reparto de dinero y lo instó a tomar la barra del Villero. Sin embargo, la Policía lo sorprendió y lo detuvo (junto a otras personas) en lo que cree que fue una jugada para dejarlo fuera del juego.