Un exjugador de Boca que heredó la camiseta número 10 de Juan Román Riquelme, en la época dorada del club, se dedica en la actualidad a criar chanchos en el campo. Alejado del fútbol argentino y del deporte profesional en general, el protagonista de esta curiosa historia salió del ostracismo y contó de qué se trata su vida hoy.
Sin los flashes ni la repercusión que tuvo en su vida, cuando era uno de los mejores del país en su puesto en Rosario Central hasta recalar en "El Xeneize", Ezequiel "Equi" González recordó le época de gloria como jugador. Sin embargo, cansado del ambiente de la actividad a la que le dedicó la rutina desde pequeño, se refugió en el ámbito rural y allí también le va muy bien.
Equi González, de heredar la 10 de Riquelme en Boca a criar cerdos en el campo
Nacido el 10 de julio de 1980 en Rosario, Santa Fe, Ezequiel González tiene una vida a pura tranquilidad a los 42 años. Luego de brillar en Rosario Central entre 1997 y 2001 con 118 partidos y 30 goles, fue vendido a Fiorentina de Italia por cinco millones de dólares. Sin embargo, tras una temporada en Florencia, nunca se adaptó a Europa y llegó a préstamo por un año al club de La Ribera a mediados de 2002.
Algunos buenos rendimientos le hicieron lugar en aquel equipo dirigido por el uruguayo Oscar Tabárez, aunque con el correr de los meses fue bajando su nivel y perdiendo terreno. En total, fueron apenas 27 encuentros oficiales con 4 tantos y 1 título para "Equi" González en Boca, donde fue campeón de la Copa Libertadores 2003 tras el regreso de Carlos Bianchi como DT. Luego tuvo otros dos ciclos en "El Canalla", pasó por Panathinaikos de Grecia y Fluminense de Brasil hasta el retiro en 2011 en la Liga de Quito de Ecuador, con apenas 31 años.
Equi González recordó su paso por Boca: "Fue un honor"
Acerca de su etapa en "El Xeneize", el exjugador recordó en la entrevista con La Nación y con ESPN: "Al principio me costó un poco. Después estaba muy bien, pero en la segunda mitad del año, cuando jugamos la Copa, me lesioné y no pude volver más". También reconoció que "fue un honor haber jugado en Boca", aunque admitió que el peso de tener que heredar la 10 del máximo ídolo de la historia lo condicionó: "Me dejó un montón de experiencias. Reemplazar a Riquelme no es tan fácil". "Cuando llegó Bianchi, hice una muy buena pretemporada. Perdí terreno hasta que me tuve que ir. Ya estábamos hablando para renovar, para que Boca comprara mi pase. Por supuesto que no jugué más, no me pude recuperar y me fui", completó.
Cerdos, chorizos y embutidos: su nueva vida en el campo
Ya fuera de las canchas, el rosarino no quiso ser entrenador, manager ni dirigente de un club como hacen muchos de sus colegas. Incluso, se alejó de la pelota y se dedicó a la actividad rural que palpó desde chico: "Todo lo que hice, mientras fui jugando al fútbol, fue comprar campos. Todos los ahorros que tenía los utilicé en eso. Hacíamos agricultura, después fui comprando otros campos de distintas calidades de suelo".
En esa línea, Ezequiel detalló que cuenta con "montes de forestación, ganadería y, en lo que es core de la empresa, hay granjas de cerdo tecnificadas". "Después, nos seguimos diversificando y tenemos frigoríficos de cerdos. Hacemos chorizos, embutidos. Estamos desarrollando la marca", profundizó el exvolante.
El exxfutbolista explicó además que su emprendimiento emplea a 200 personas y a otros trabajadores tercerizados: "Con eso me entretengo. Lo más importante hoy es la granja de cerdos. En el campo de acá hacemos recría de vacuno y después engordamos animales. Hacemos todo el ciclo completo", especificó. Incluso, detalló que el éxito de su emprendimiento está en las enseñanzas que le dejó el deporte de alto rendimiento: "Todas las decisiones que tengo que tomar siempre están basadas en los conceptos que traigo del fútbol". "Después, intenté siempre prepararme, leer, hice cursos que me enseñaron muchísimo, pero la empresa está desarrollada en base a conceptos del fútbol", sentenció.