Un exjugador, que brilló en Boca Juniors y hasta le marcó un gol a River Plate en el Superclásico, ventiló el calvario que vivió cuando era una de las figuras del fútbol argentino. Más allá de haberse destacado en distintos equipos, de haber jugado en otros dos equipos grandes y hasta haber pisado la Selección nacional, uno de los mejores futbolistas de las últimas dos décadas aclaró que también tuvo que sufrir demasiado para alcanzar tantos logros en su carrera profesional.
El protagonista es nada menos que Walter Erviti, el exmediocampista ofensivo de 44 años que también vistió las camisetas de San Lorenzo, Banfield, Independiente y Alvarado de Mar del Plata. Durante la entrevista con Infobae, el zurdo detalló qué significa vestir la camiseta del "Xeneize" en el día a día y la presión que sintió por parte de los hinchas.
Las crudas revelaciones de Erviti: "En Boca no podía salir a la calle porque me volvía loco la gente"
Consultado acerca de su exitosa etapa en la institución azul y oro entre el 2010 y el 2013, el marplatense contó: "Yo creo que Boca es el exponente más grande de nuestra cultura deportiva. Está hasta por encima de River en ese sentido. Y lo digo con respeto". Incluso, remarcó que "Boca es una experiencia increíble por todo lo que te hace vivir, por todo lo que te hace sentir, aunque también puede ser negativa si no la podés controlar y experimentar desde un lugar sano. Porque lo que te da Boca es irreal. Hay muy pocos futbolistas en toda la historia que estén a la altura de Boca, que tengan su propio nombre".
Al mismo tiempo, el exvolante rememoró: "Yo cuando jugaba en Boca no podía salir a la calle porque me volvía loco la gente. Me fui de Boca y el otro día no me conocía nadie... Riquelme se va de Boca y lo conocen en todo el mundo. ¿Adónde quiero llegar? Para la mayoría de nosotros lo que nos da Boca es irreal. No es nuestro, es del escudo. No te lo podés apropiar. Lo tenés que entender. “Esto me pasa porque estoy en Boca y debo respetarlo”. Sobre esta situación, mencionó que "si no lo ves desde ese lugar, si vos te creés que sos famoso, si te pensás que sos un crack o que merecés el mundo porque saliste campeón, te equivocás. O si en la mala te creés que sos un desastre, que te mereces lo peor porque erraste un gol abajo del arco, también es un error. Todo eso no te pertenece. Es de Boca".
El gol a River en el Monumental sobre la hora, para el 2-2 en el Superclásico del 2012
Acerca de un tanto que fue muy recordado por los "bosteros" para igualar el partido tras el 2-0 parcial del "Millonario", Erviti enfatizó: "Para uno que ama el fútbol y sabe que el Boca-River es el partido más importante que tenemos como cultura, es increíble. A mí me tocó hacer un gol en el último minuto. Me dejó una experiencia que siempre rescato porque fue uno de los peores partidos de mi carrera... Horrible. Erré pases, estuve impreciso, nervioso. Había llegado con mucha ansiedad por hacer las cosas bien porque ese partido lo había vivido mil veces en mi cabeza. Había imaginado jugar en la Bombonera contra River, hacer goles, ser la figura...". Y remató: "Cuando entré a la cancha se me vinieron los recuerdos, las ganas, la ansiedad, la necesidad. Y fui un desastre. Pero haber estado 20 años antes luchándola me dio la posibilidad de que la última pelota fuera gol. Porque cuando erré un pase, me dije “el próximo es el que vale”. Perdí otra pelota y me dije “la próxima es la más relevante”. Hasta que llegó... Lo más importante de hacer un gol tan recordado, porque el hincha de Boca me recuerda por el gol a River, es la experiencia de vida que me llevé. Siempre lo más importante es lo que viene".
Las repercusiones de su gol en Boca a River
"Me explotó el teléfono, me llamaron de todos lados, me dieron mil cosas, me amó el mundo por un día. Pero yo ya había cumplido 30 años... Tenía la capacidad de saber que eso no me pertenecía. En otro momento me podría haber mareado tranquilamente. Boca te estropea. Boca, si no sos sano de la cabeza, te confunde. Te hace sentir en un partido que no podés jugar más al fútbol. Y al otro domingo te hace sentir que podés ir a la Selección. Por eso Boca no es para cualquiera. Si vos no vivís para Boca el tiempo que estés en Boca, no vayas a Boca. No vayas porque no tiene sentido. Es una pérdida de tiempo. Vos le tenés que dedicar las 24 horas de tu día a Boca. Cuando te tirás a descansar, cuando tenés que comer, cuando salís a pasear, cuando vas, cuando venís, cuando declarás, cuando abrís la boca, cuando no la abrís. Todo el tiempo tenés que pensar qué es lo mejor para Boca. Es el único club que te exige eso. El resto te da la posibilidad de que cuando te vas sos invisible".
La exposición que implica ser una figura del fútbol argentino
"No extraño nada. Yo disfruto ser invisible. Me encanta. La paso bien estando solo. No me gusta que me reconozcan por un logro material. Para mí no es un elogio. Me parece que lo mejor que me puede pasar es vivir la vida con tranquilidad, que no me contamine. Yo no la pasé bien. No disfruté todo lo que te da el fútbol fuera de campo de juego. No me gustó. No me interesó. El hecho de hoy no tener casi relaciones con el ambiente, salvo mis amistades, me pone contento. No tengo que saludar a nadie porque es el dueño de un lugar o porque me da algo. No lo necesito. No me suma. Ahora subo ciertos mensajes en las redes sociales porque puede ser productivo para alguien que quiera adueñarse de la experiencia de otro. No para ser famoso ni para un canje. A mí me gusta observar. Y para mirar debés tener cierta invisibilidad. Si vas a tener el protagonismo de la reunión, difícil que puedas entender qué está pasando alrededor".
La desconocida prueba fallida en River
"Me probaron durante un año entero en las inferiores. Yo fui a los 14 años. Me llevó Cacho Gonzalo, la misma persona que trajo al Burrito Ortega. Él habló bien de mí y me habrán visto algo. Pero no me ficharon. Me dejaron entrenando nada más. Te juro: había dos equipos, o sea 22 chicos. ¡Y el único que se quedaba afuera era yo! Me la banqué. ¿Por qué? Porque yo quería tener una familia. Quería tener hijos. Quería progresar. Pero no es fácil. No es que estaba estimulado. Mi mamá lloraba cada vez que venía de Mar del Plata para acá. Esa necesidad me dio fuerzas. Enfocado en las historias de hoy, aunque viví algo similar en algún punto, me da pena. Hay tanta necesidad en el país, el fútbol genera tantos intereses, que los chicos están en una selva. Me da lástima porque se pierden de vivir una etapa hermosa que no va a volver. Y más allá de que viven un momento muy lindo de ser futbolista, tampoco disfrutan jugar a los 17 ó 18 años, porque están pensando qué va a pasar cuando tengan 23, 30, 32, 40. Viven 20 años adelantado. A nosotros no nos preparan para el primer día ni para el último de futbolista profesional. Y son dos cambios bisagra en nuestras vidas. Porque pasamos de ser nada a ser todo. Y de ser todo a no ser nada otra vez...".
Los números de Erviti en Boca
- 106 partidos oficiales entre el 2010 y el 2013.
- 10 goles.
- 2 títulos conseguidos.