Boca Juniors perdió por penales contra Cruzeiro en Belo Horizonte y quedó eliminado de la Copa Sudamericana. En una noche estremecedora en un estadio Morumbí repleto, el equipo de Diego Martínez mostró una muy buena imagen desde que se vio obligado a enfrentar al equipo brasilero con uno menos por la expulsión de Luis Advíncula a los 30 segundos de iniciado el cotejo.
El partido terminó 2 a 1 a favor del Cruzeiro y el resultado obligó a la definición por penales. En el último tiro de la tanda, el uruguayo Miguel Merentiel la tiró afuera y dejó a Boca con las manos vacías pero con la frente alta.
El plantel dirigido por Diego Martínez volvió al hotel en Belo Horizonte antes de regresar a Buenos Aires donde lo esperaba un grupo de hinchas xeneizes. "Sigo siendo bostero porque a Boca lo quiero", cantaron los simpatizantes cuando llegó el equipo.
"Lo mejor que tenemos", gritó un hincha en el momento en que apareció Merentiel mientras lo abrazaba para consolarlo después de fallar el penal decisivo en el Morumbí.
Advíncula y Merentiel llegaron al hotel visiblemente afectados. El peruano por la increíble tarjeta roja a los 30 segundos de iniciado el partido por un planchazo contra Lucas Romero y el uruguayo por haber fallado el último penal de la tanda desde los doce pasos que significó la eliminación de Boca de la Copa Sudamericana.