Nuevamente, la semana no fue tranquila para el club de la Ribera. En el último día del mercado de pases, faltando pocos minutos para el cierre del libro, Boca perdió a su segundo refuerzo y se quedó con Marcos Rojo como única variante para la primera parte del año. Andrés Felipe Román, defensor de Millonarios, estuvo a un paso de firmar pero una complicación en sus estudios cardiológicos puso un freno a la transferencia. Poco después, el pase se terminó de caer.
Según pudo conocerse, el futbolista colombiano fue diagnosticado con una miocardiopatía hipertrófica progresiva. Esto produce un engrosamiento de las paredes del corazón, complica su función de bombear sangre a la aorta y es la primera causa de muerte súbita en menores de 36 años. Desde el cuerpo médico advirtieron que va en contra de la actividad de alto rendimiento, por lo que su descubrimiento puede haberle salvado la vida.
En diálogo con ESPN, Jorge Bermúdez, integrante del Consejo de Fútbol que comanda Juan Román Riquelme, fue el primero en referirse al tema. "Esto es un regalo de Dios, no lo tomo mal. Gracias a Dios se le descubrió ahora y Boca no lo contrata porque ve un riesgo en su vida deportiva", explicó el ex defensor e ídolo de la institución con respecto a la salud de su compatriota.
Mirá el viedo:
Siguiendo por la misma línea, el "Patrón" contó: "Todo el mundo dice 'qué lástima' o 'qué dolor'. Imagínense el dolor mío que estuve todo el día con él. Que lo vi, vi la felicidad que tenía cuando llegó o cuando terminamos los exámenes y nos íbamos para el club. Le vi el nerviosismo cuando empezaron a decir que la situación no estaba bien". Y agregó: "Además lo viví, fui a un club, me probé. La ilusión... Y terminar llorando por teléfono con la mamá, es muy duro".
Para cerrar, durante la charla con Balón Dividido, se mostró esperanzado por el futuro y afirmó: "Ojo, la vida continúa. No se le terminó a Felipe. Estamos seguro que se va a recuperar, Millonarios va a poner todo lo que necesita. La hinchada lo va a acompañar y seguro lo vamos a volver a ver en las canchas". Y sentenció: "Lo que pediría, como padre, es por su vida, que continúe. Que no juegue dentro de un mes y que dentro de un año, no lo tengamos".