En diálogo con Patricia Sosa y en medio del segmento Confesiones que realiza Infobae, Diego Latorre reveló cómo fue su llegada a Boca Juniors y lo difícil que le fue adaptarse a un nuevo mundo. Lejos de la lujosa vida con la que se crió, Gambeta arribó al Xeneize y desde el primer día supo que muchos jóvenes no compartían su misma realidad. "Estaba rodeado de un ambiente de una atmósfera que no era la real", manifestó.
"Yo creo que el fútbol a mí me sensibilizó mucho, estaba rodeado de un ambiente y de una atmósfera que no era la real. Y cuando llegué a Boca, a los 13, me robaron la ropa en el primer entrenamiento. Eso fue lo que me despertó: hay otro mundo, hay otros chicos, estos chicos no tienen lo que yo tengo, desean lo que yo tengo", explicó Diego Latorre, quien arribó a Boca Juniors en plena adolescencia para realizar las Divisiones Inferiores y luego catapultarse como uno de los mejores futbolístas de la década de 1990.
Por otra parte, Gambeta reconoció que la fama y el ser destacado dentro del deporte argentino le hizo suponer que tenía cualidades superiores a la de cualquier mortal: "El fútbol tiene mucho del día a día, muy sofocante la presión, y hay una edad en la que no llegás a percibir lo que pasa. Yo debuto con la camiseta de Boca a los 18 años, juego cuatro, cinco años en Europa… No estaba preparado para el éxito".
"De pronto a los 18, 19 años me sentía Dios, tenía superpoderes, salía a la calle y era todo accesible, nada me costaba, hacía goles, jugaba bien, la gente me quería o me odiaba, y tenía, no digo impunidad, pero yo creo que la popularidad cambió mi carácter . Yo divido la vida en dos: antes de ser popular y después de ser popular", reconoció Diego Latorre, ante la mirada atenta de Patricia Sosa.
Diego Latorre reveló cómo se inclinó por el periodismo deportivo tras retirarse del fútbol profesional
"Yo siento que soy jugador de fútbol todavía, pero a los 36 años dije basta, me tuve que reinventar, hacer otra cosa que no estaba en mis planes. Lo que yo quería era estar ligado al fútbol, no tenía ni idea de cómo se hacía, y ahí tuve un vacío. Yo me retiré en México, tuve unos dos o tres meses hasta que enganché con el periodismo"
De todos modos, Diego Latorre explicó que "lo mejor" de su vida ya caducó y reconoció lo difícil que es asimilarlo: "Hice una especie de balance y me pasó que me sentí nada, sentí que lo mejor de mi vida ya había pasado. Es un sentimiento feo: a los 36 años todo lo que viví, la euforia, el éxito y demás no lo voy a poder igualar nunca… ¡36 años! El sentimiento de que las cosas no van a volver a ser como antes es terrible".