El equipo que ganó el oro olímpico en básquet en Atenas 2004, conocido como la Generación Dorada, volverá a juntarse para un evento en el que los jugadores de aquel plantel disputarán un partido cerca de fin de año, en el marco del vigésimo aniversario de la medalla dorada.
En 2004, la Selección Argentina de Básquet hizo historia: después de eliminar a los Estados Unidos en semifinales, con un desempeño para el recuerdo a nivel colectivo, venció a Italia en la final y se convirtió en el primer campeón olímpico que no se llamó Estados Unidos desde 1992, año en el que el país norteamericano comenzó a llevar a los jugadores de la NBA a esa competencia.
Ahora, a 20 años de ese logro para el básquet en particular y para el deporte argentino en general, los jugadores que consiguieron el oro en Atenas disputarán un partido, con el entrenador de ese momento, Rubén Magnano, en el banco de suplentes: será el 2 de noviembre en Parque Roca, en la Ciudad de Buenos Aires.
En el video con el que se anunció el evento de fin de año actuaron todos los campeones olímpicos: Luis Scola, Andrés Nocioni, José Ignacio Sänchez, Fabricio Oberto, Hugo Sconochini, Carlos Delfino, Ruben Wolkowyski, Gabriel Fernández, Alejandro Montecchia, Leonardo Gutiérrez y Walter Herrmann. El último en aparecer fue, lógicamente, Emanuel Ginóbili, cuatro veces campeón de la NBA e integrante del Salón de la Fama.
Atenas 2004, una medalla histórica
El 28 de agosto de 2004 y con un contundente 84-69 contra Italia, Argentina se coronó campeona olímpica por primera vez en su historia. Emanuel Ginóbili fue elegido como el Jugador Más Valioso (MVP) del torneo, consolidando su estatus como uno de los mejores jugadores del mundo. En la semifinal, el resultado ante Estados Unidos había sido 89-81: allí, Ginóbili, ya campeón de la NBA con San Antonio Spurs, fue el goleador con 29 puntos.
Este logro no fue un hecho aislado, sino el resultado de un proceso que comenzó años antes. La Generación Dorada había mostrado su potencial en el Mundial de Indianápolis 2002, donde obtuvieron la medalla de plata, y continuaron cosechando éxitos en los años siguientes, manteniendo a Argentina en la élite del básquet mundial durante más de una década.
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