A diferencia de otras disciplinas, donde las inversiones están en preparadores físicos, la inscripción a un club, la indumentaria y el mismo sacrificio corporal del atleta, entre otros aspectos, el automovilismo es un deporte caro. No se trata solo de la inversión en el desarrollo profesional del piloto, sino también en los coches y las inscripciones a torneos, ni hablar cuando se aspira a la Fórmula 1, que requiere un crecimiento en los principales países de Europa.
De hecho, son varios los pilotos que tuvieron que hacer un esfuerzo para estar actualmente en la F1, incluso poniendo en riesgo la economía familiar, como fue el caso de Esteban Ocon. La familia del francés tenía un pequeño taller automotriz, pero el ingreso del pequeño Ocon en los kartings puso en riesgo todo, tanto que sus padres decidieron vender su casa para financiarle la carrera, lo que los llevó a vivir en una caravana hasta que recibió el apoyo de Gravity Sports Management le dio apoyo financiero en 2011 y facilitó su ascenso a la Fórmula Renault en 2012.
La historia de Fernando Alonso, bicampeón de Fórmula 1 y excompañero de Esteban Ocon en Alpine, tampoco fue sencilla. Si bien la familia Alonso no estaba mal económicamente, no estaba lista para afrontar los costos de competir a nivel profesional, algo que Luis, el padre del ovetense, no se esperaba cuando le regaló un kart a su hija. Y es que Lorena no se mostró interesada en el automovilismo, pero su hermano, Fernando Alonso, sí. De hecho, a los siete años ya tuvo su primera competencia oficial y en 2010 comenzó a ganar carreras con el objetivo de encontrar patrocinadores.
Otros que tuvieron su camino difícil a la máxima categoría fueron Lewis Hamilton y Franco Colapinto. En el caso del británico, su padre tuvo un rol fundamental al mantener tres empleos en paralelo para bancar los gastos de la carrera del que posteriormente sería heptacampeón del mundo, aunque la principal ayuda vino de la mano de Ronald Dennis, exdirector de McLaren, equipo que le abrió las puertas al Sir.
Por otro lado, el argentino, que atraviesa su primera temporada en la máxima competencia de automovilismo, tuvo una dificultad extra. Desde muy joven, Franco Colapinto se marchó a Europa para competir en los principales certámenes y escalar hasta la F1, algo que pudo lograr gracias a la inversión de Bullet Sports Management, empresa de gestión de talentos que lo ayudó a consagrarse en la Fórmula 4 Española. Luego de eso, sus managers fueron cruciales para mantenerlo en el mundo del automovilismo y buscarle nuevos sponsors.
En el otro extremo, están los casos de Lando Norris y Lance Stroll. El británico viene de una familia adinerada, tanto que tuvo sus propios docentes para aprender todo sobre matemáticas y física, lo que lo ayudó en el automovilismo, a pesar de que tuvo varios proyectos deportivos en sus primeros años, como equitación o motociclismo. Por el lado del canadiense, no hay mucho que decir, puesto que su camino fue trazado por su padre, Lawrence Stroll, el multimillonario que fue comprando equipos para que su hijo escale, tal como sucedió con la adquisición de Racing Point, actualmente Aston Martin.
Semana de carrera en la Fórmula 1
Luego de varias semanas sin acción, la Fórmula 1 estará de regreso este fin de semana con el Gran Premio de Las Vegas, escenario que podría ser sede de la definición del campeonato de pilotos. Max Verstappen, con 62 puntos de ventaja sobre Lando Norris, solo necesita terminar por delante del británico o que el de McLaren no sume más de dos puntos en la carrera del domingo para alcanzar su cuarto título en la F1. Distinta es la situación en la tabla de constructores, donde todo indica que la definición se dará recién en la última fecha en Abu Dabi.