Madison Keys rompió el guión con una actuación inspirada para destronar a Aryna Sabalenka en el Abierto de Australia y conquistar su primer título de Grand Slam más de siete años después de perder en su primera gran final.
La victoria de la estadounidense por 6-3, 2-6 y 7-5 puso fin al intento de Sabalenka de convertirse en la primera mujer en conquistar tres títulos consecutivos en Melbourne Park desde la suiza Martina Hingis entre 1997 y 1999, y puso fin a su racha de 20 victorias seguidas en el torneo.
La victoria también convirtió a la jugadora de 29 años en la cuarta campeona de Grand Slam más veterana de la era profesional, por detrás de Flavia Pennetta, Ann Jones y Francesca Schiavone.
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"Tengan paciencia, voy a llorar", dijo Keys mientras sostenía la Copa Daphne Akhurst Memorial. "Es imposible que salga de aquí sin llorar (...). Enhorabuena, Aryna, jugaste de maravilla, me alegro de haberte superado al fin".
"Aquí siempre me siento como en casa. Llegué a mi primera semifinal de Grand Slam en Melbourne y ahora haber ganado mi primera final en el mismo lugar significa absolutamente todo para mí", agregó.
La bielorrusa cometió un par de dobles faltas que le hicieron perder el saque en el primer juego y se mostró un poco descolocada al principio, mientras Keys presionaba a la primera cabeza de serie con un golpe ganador cruzado que le permitió lograr un doble break.
La decimonovena preclasificada del torneo se puso por delante 5-1 en 20 minutos con algo de suerte, antes de conceder un quiebre con un revés desviado, pero Sabalenka regaló a su oponente un punto de set con su cuarta doble falta.
Keys, que estaba golpeando mucho más fuerte, logró su undécimo golpe ganador con un revés en la línea para cerrar el primer set, pero Sabalenka comenzó a mejorar su juego en la siguiente manga y se abrió camino para igualar el partido.
Ambas jugadoras se apoyaron en sus potentes saques y en sus golpes para mantenerse igualadas hasta el 5-5 en el decisivo, pero Keys dio un paso adelante pata hacerse con los dos juegos siguientes y lograr el mayor triunfo de su carrera.
LÁGRIMAS DE EMOCIÓN
La emoción se apoderó de Keys, que compartió sus lágrimas con su equipo, incluido su marido y entrenador, Bjorn Fratangelo, en las gradas, mientras Sabalenka rompía su raqueta y se cubría la cara con una toalla antes de ponerse a sollozar.
Keys es la primera jugadora que se alza con el trofeo al derrotar a las número uno y dos del mundo en un grande desde la rusa Svetlana Kuznetsova en el Abierto de Francia de 2009, y la primera en Melbourne Park desde su compatriota Serena Williams hace 20 años.
La estadounidense, que estaba llamada a convertirse en una número uno del mundo tras alcanzar las semifinales del Abierto de Australia con 19 años, perdió ante su compatriota Sloane Stephens en la final del Abierto de Estados Unidos de 2017 y ha tenido problemas para traducir en títulos sus grandes actuaciones en los majors.
Hace tres años habló del "oscuro pozo de desesperación" en el que se encontró cuando su carrera se estancó debido a la presión de intentar mantenerse en el máximo nivel del deporte.
"Llevaba tanto tiempo queriendo esto, desde que estuve en otra final de Grand Slam y no salió como yo quería", dijo Keys, que ascenderá al número siete del mundo. "No sabía si iba a llegar a este lugar de nuevo, pero mi equipo creyó tanto en mí (...) creyeron en mí cuando yo no creía en mí misma".
La sonrisa de Sabalenka volvió más tarde, pero tuvo que digerir una derrota poco habitual en el Grand Slam que ha definido su carrera.
"Madison, vaya, qué torneo", comentó. "Has luchado muy duro para conseguir este trofeo (...) Enhorabuena a ti y a tu equipo, realmente merecido. Disfruta de la celebración, disfruta de la parte divertida".
(Editado en español por Carlos Serrano)