Novak Djokovic superó la polémica en la que se vio envuelto su padre y alcanzó su décima final del Abierto de Australia con una victoria por 7-5, 6-1 y 6-2 sobre el estadounidense Tommy Paul.
Djokovic, nueve veces campeón del torneo, se enfrentará al tercer cabeza de serie, Stefanos Tsitsipas, en el partido decisivo del domingo, después de que el griego se clasificó a su primera final en Melbourne Park al vencer al ruso Karen Khachanov en la semifinal anterior.
El padre del serbio, Srdjan, creó una distracción para su hijo antes de la semifinal tras salir a la luz un video en el que se le veía posando con aficionados que portaban banderas rusas, prohibidas en Melbourne Park a principios del torneo.
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Srdjan no asistió a la semifinal por miedo a crear más problemas a su hijo, y Djokovic, cuarto cabeza de serie, se mostró de mal humor desde el principio en la Rod Laver Arena, donde desaprovechó una ventaja de 5-1 en el primer set y vio cómo Paul remontaba y empataba 5-5.
Entonces el serbio se puso manos a la obra y, en un furioso contraataque, ganó 14 de los 17 juegos siguientes para sellar otra victoria unilateral en su intento de conquistar su título número 22 del Grand Slam.
En la semifinal anterior, Tsitsipas venció por 7-6(2), 6-4, 6-7(6) y 6-3 a Khachanov, cabeza de serie número 18, acercándose al número uno del mundo.
El heleno, que había caído tres veces en semifinales en Melbourne Park, le arrebataría el número uno al español Carlos Alcaraz, ausente del torneo por lesión, si gana su primera corona de Grand Slam el domingo.
"Me gustaría tener ese número", dijo Tsitsipas. "Estos son los momentos para los que he estado trabajando duro, para poder jugar finales como esta, pero finales que tienen un significado más grande que solo la final. Estoy luchando por el número uno. Es un sueño de la infancia alcanzar el número uno algún día, estoy cerca".
Con información de Reuters