Lamine Diack, el exjefe del organismo rector del atletismo mundial que fue condenado por corrupción el año pasado, murió el viernes en su casa en Senegal a los 88 años, dijo su hijo.
Diack dirigió la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por su sigla en inglés) de 1999 a 2015, lo que le convirtió en una de las personas más poderosas del atletismo. Pero posteriormente fue declarado culpable de dirigir un grupo que encubrió el caso de dopaje ruso a cambio de millones de dólares en sobornos.
Un tribunal francés lo condenó a cuatro años de prisión en 2020, pero nunca fue encarcelado. Permaneció bajo arresto domiciliario en Francia y posteriormente fue puesto en libertad bajo fianza, lo que le permitió regresar a Senegal.
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"Murió en su casa alrededor de las 2 de la mañana, de una muerte natural", dijo a Reuters su hijo, Papa Massata Diack.
Los abogados de Diack habían dicho previamente que su salud era precaria y que moriría en la cárcel si era condenado.
Nacido en la capital de Senegal, Dakar, Diack asistió a la universidad en Francia, donde fue campeón de salto de longitud en la década de 1950. Después entrenó equipos de fútbol en Senegal y ayudó a dirigir la selección nacional, lo que le permitió pasar a la política.
Diack fue alcalde de Dakar entre 1978 y 1980, y más tarde ocupó la vicepresidencia de la Asamblea Nacional de Senegal.
Como presidente de la IAAF, fue declarado culpable de solicitar sobornos por un total de 3,45 millones de euros (3,9 millones de dólares) a atletas sospechosos de usar dopaje para encubrir los resultados de las pruebas y permitirles seguir compitiendo, incluso en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Pagó a otros funcionarios de la IAAF para que le ayudaran a encubrir los hechos y también aceptó dinero ruso para ayudar a financiar la campaña presidencial del líder senegalés Macky Sall en 2012, según el tribunal.
El hijo de Diack, Papa Massata, estuvo en el centro del escándalo junto a él, pero huyó a Senegal y fue juzgado en ausencia. El año pasado se le impuso una condena de cinco años de cárcel, que sus abogados dijeron que apelarían.
Los investigadores franceses han afirmado que Papa Massata estaba en el centro de una investigación sobre corrupción de años que abarca Europa, Asia y América, y que incluye la adjudicación de los Juegos Olímpicos de 2020 a Tokio y los de 2016 a Río de Janeiro.
(1 dólar = 0,8853 euros)
Con información de Reuters