Fueron los ojos para que millones de argentinos y argentinas pudieran ver de cerca a la Selección Argentina campeona del mundo en la histórica caravana que recorrió Gran Buenos Aires. Subirse a un cartel, montar un arco en una camioneta y hasta diseñar una copa gigante y desplazarla por la autopista con una grúa, son algunas de las historias de los otros campeones, los que llegaron a tocar la gloria de cruzar una mirada con los jugadores, de darles la mano y llegar a estremecerlos. Se convirtieron en testigos de uno de los capítulos más felices de la historia reciente de todo el país.
El martes cuando trascendió que la Selección ya campeona del mundo iba a llegar al país desde el aeropuerto de Ezeiza y dirigirse en micro a la AFA para luego comenzar la caravana, cientos y miles de personas comenzaron a desplazarse a la vera de la autopista Richieri. Entre esa multitud se encontraba Juani, Julio y los "muchachos de la grúa", tres historias que serán parte de los dos días más importantes para todos y todas: el día que la Selección Argentina llegó con la Copa del Mundo.
La Copa del Mundo que alcanzamos todxs
Las personas comenzaron a agruparse en inmediaciones de la AFA para disponerse a hacer una vigilia y esperar a los jugadores. Ahí estaba Gustavo junto a todos los trabajadores de Xencas, una empresa de Esteban Echeverría que hace estructuras metálicas. Gustavo, dueño de la empresa y herrero de toda la vida, se le ocurrió hacer la copa gigante que recibió a los jugadores en la AFA. La Copa la comenzó a construir luego que el seleccionado le ganó a Croacia.
“Lo que sentí cuando esos muchachos que nos habían representado tan bien tocaban lo que nosotros hicimos (la copa), que también tenía que ver con los muchachos del taller, sentí que se juntaban dos energías muy positivas, por un lado ellos, con todo su sacrificio, y por el otro, nosotros. Lloré mucho junto a mi mujer, mis amigos que estaban conmigo ahí en la grúa”, expresó Gustavo a El Destape. La copa gigante recibió a los jugadores pero también hizo que todos los hinchas que fueron a recibirlos se sintieron más cerca del campeón del mundo.
Gustavo contó que tuvo muchas contras cuando decidió construir la copa pero "tuvieron mucha fe en la selección" y comenzaron con el desafío. Apenas salió campeón la selección recorrieron diversos barrios del Conurbano bonaerense y, por su repercusión, decidieron ir al predio de la AFA. “Nos encantó la alegría de la gente y eso nos llenó el alma”, agregó. La copa mide 3, 50 metros y pesa 180 kilos. Fue fabricada con una estructura de fierro y hierro retorcido y una esfera de yeso y maya y un aerosol que le dio la apariencia de oro. Ahora, la familia y la fábrica la donará a un comedor comunitario para "seguir haciendo felices" a decenas de niños y niñas.
El niño que hizo emocionar al Dibu
Al otro día, el micro volvió a salir de la AFA pero esta vez con destino al Obelisco, donde finalmente no llegó pero en el camino alegró a miles de personas. La caravana pasaba por la autopista de Richieri a la altura de Mercado Central, donde estaba Juani, que se desplazaba en la camioneta de su papá ambientado con un arco. El nene tiene 12 años y es arquero en el trébol de Haedo.
Ese día, Juani y su familia fueron a recibir a la Selección. La idea era salir a festejar hasta que la mirada de Emiliano “Dibu” Martínez se chocó con el mini arquero y todo fue emoción. “Mi hermano espontáneamente comenzó a bailar como el Dibu, no fue planeado, a él le surgió y se comenzó a viralizar”, contó su hermana Nanu.
Juani, todavía sin salir del shock, habló con este medio y se mostró muy emocionado. No es poca cosa: le sacó una sonrisa al arquero de la selección campeona del mundo. “Cuando pasa el micro, yo estaba bailando con toda la gente pero cuando Dibu se sacó la foto yo me emocioné y lloré. Le quiero agradecer a la gente que arengó para que me vea y también a los jugadores Papu, Lautaro y Enzo que lo llamaron porque él estaba mirando para el otro lado”, contó emocionado. En ese momento ocurrió la foto que se viralizó por todo el país: dos "Dibus" se encontraban.
Tocarle la mano a Scaloni
La caravana de la Selección seguramente tendrá cientos de historias mínimas, de aquellos que la vivieron en carne propia, que pasaron toda la noche esperando a los jugadores, que los vieron por primera vez. Los que se animaron a hacer cosas impensadas por tenerlos lo más cerca posible, muchas veces arriesgando todo. Uno de ellos fue Julio, fanático de las motos, que con sus amigos escoltaron al micro haciendo rugir sus “mechas” hasta que en un momento, por cosas del destino, Julio decidió bajarse de la moto y pararse en un cartel del peaje: nunca iba a pensar que el chofer del micro iba a elegir ese peaje y permitirle verse cara a cara con los campeones.
Eran las tres de la tarde cuando se ubicó en el peaje del Mercado Central donde pasó la Scaloneta. “Fue muy emocionante porque yo me subí al cartel pensado que iba a poder grabarlos más o menos de cerca y cuando veo que encaraban para el peaje que estaba yo, fue hermoso. No me lo creía cuando los iba a viendo, cada vez era más impresionante las imágenes que iba viendo”, agregó el joven de 23 años a este medio.
“Ver a los jugadores tan cerca fue increíble, yo pensaba verlos por lo menos de 20, 30 metros, y tenerlo ahí al lado mío, verlos y tocarlos fue algo único que nunca pensé pasar”, expresó. Pero eso no fue todo: Chulo, como le dicen los amigos, le dio la mano al DT de la Selección, Lionel Scaloni. “Cuando lo saludo a él, justo se para el micro y me saludó con unas ganas tremendas y verle la cara de emoción fue algo hermoso. Es la imagen que siempre me va a quedar”, detalló.
“Yo quería que todos vean el video y por suerte se viralizó y mucha gente me agradece, está buenísimo que mucha gente sienta la Selección cerca gracias a mi video”, completó. Y eso fue lo que pasó. Gracias a estos otros héroes, millones de argentinos y argentinas también pudieron cumplir el sueño de estar a un paso de la Selección campeona del mundo.