Unos 45.000 policías vigilarán la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París el 26 de julio, a la que asistirán más de 100 jefes de Estado y de Gobierno, informó el miércoles un funcionario de alto rango, que añadió que no se han previsto cambios tras el intento de asesinato del fin de semana contra Donald Trump.
En la ceremonia, que se celebrará por primera vez fuera de un estadio, participarán unos 80 barcos que transportarán a los atletas internacionales en un recorrido de seis kilómetros (3,7 millas) a lo largo del río Sena hacia la Torre Eiffel, dijo el funcionario, Lambis Konstantinidis.
Los atletas y artistas navegarán junto a algunos de los monumentos más impresionantes de la capital francesa. Pero, con más de 300.000 espectadores previstos, es también un dolor de cabeza para la seguridad, especialmente en un momento de guerra en Gaza y Ucrania.
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"El recorrido es de seis kilómetros, así que hay que vigilar un perímetro enorme. Por eso necesitamos tanta gente (de seguridad)", declaró a la prensa Konstantinidis, jefe de planificación y coordinación de los Juegos.
"Nuestros planes de seguridad son muy dinámicos. Siempre tienen en cuenta los últimos acontecimientos e intentan adaptarse", dijo durante una visita a la sede de seguridad de los Juegos, añadiendo que estaban en estrecho contacto con sus homólogos en el extranjero.
El intento de asesinato del pasado sábado contra el expresidente estadounidense Trump en un mitin electoral en Pensilvania no ha cambiado los planes de seguridad para los Juegos, dijo Konstantinidis.
"Tenemos una colaboración muy estrecha con los servicios de seguridad de Estados Unidos y su servicio secreto. Así que también compartimos toda la información que tenemos", afirmó Konstantinidis. "Estamos muy seguros de que estamos en la misma página, pero no hemos tenido que cambiar ninguno de nuestros planes como resultado de ese incidente tan desafortunado".
Más de 100 personas trabajarán las 24 horas del día en el cuartel general de seguridad de los Juegos en Saint-Denis, a las afueras de París, explicó.
Los conflictos en el extranjero y la preocupación por la seguridad en el país llevaron al gobierno francés a principios de año a elevar su alerta de seguridad a su nivel más alto.
En mayo se detuvo a un hombre en la ciudad francesa de Saint-Etienne, sospechoso de planear un atentado en nombre del Estado Islámico en el estadio de fútbol de la ciudad durante los Juegos Olímpicos.
Con información de Reuters