La economía alemana se contrajo ligeramente en el tercer trimestre, según datos publicados el lunes, constatando que la mayor economía de Europa sigue lastrada por la debilidad del poder adquisitivo y la subida de los tipos de interés.
El producto interior bruto cayó un 0,1% intertrimestral en términos ajustados, según la Oficina Federal de Estadística.
Un sondeo de Reuters había pronosticado una contracción de la economía del 0,3%.
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Sin embargo, la Oficina de Estadística revisó la cifra del segundo trimestre, que pasó de un estancamiento a una modesta expansión del 0,1%.
La cifra del primer trimestre se revisó, tras lo cual muestra un estancamiento, en lugar de la contracción que mostraba en los cálculos anteriores, que habían situado a la economía en recesión. Una recesión se define como dos trimestres consecutivos de contracción del PIB.
El consumo de los hogares cayó en el tercer trimestre, ya que la elevada inflación siguió erosionando el poder adquisitivo de los consumidores.
Debido a los efectos de base en los precios de los alimentos y la energía, se espera que la tasa general del IPC alemán siga bajando en octubre. Los datos de inflación se publicarán más tarde el lunes.
Por otra parte, la inversión de capital contribuyó positivamente al PIB, según la oficina de estadística.
Con información de Reuters