Novak Djokovic sigue camino de su décima corona en el Abierto de Australia tras recuperar su mejor forma y, aunque Andrey Rublev no se muestra impaciente por el choque de cuartos de final del miércoles, aún confía en detener la carrera del serbio hacia el título.
En un momento de desarmante honestidad tras su victoria en cinco sets sobre Holger Rune, Rublev admitió que no le entusiasma la oportunidad de enfrentarse a Djokovic, 21 veces campeón de Grand Slam, en su pista favorita.
"Nadie quiere enfrentarse a Novak", dijo Rublev entre risas en el Rod Laver Arena, aunque antes de tiempo, ya que Djokovic aún no había jugado su partido de cuarta ronda. "Prefiero estar en cualquier otra parte del cuadro, pero no Novak".
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La alarma de Rublev quedó probablemente justificada más tarde, cuando Djokovic arrolló al favorito local Alex de Minaur por 6-2 6-1 6-2 para sumar su 38ª victoria consecutiva en suelo australiano. No pierde en Melbourne Park desde la cuarta ronda de 2018.
Por el contrario, Rublev, quinto cabeza de serie, superó a Rune gracias a una cuerda en la red en un punto de partido, tras remontar desde el borde del abismo antes de asegurar una victoria por 6-3 3-6 6-3 4-6 7-6 (11-9). Reconoció que la suerte no le bastaría contra Djokovic.
"La única oportunidad que tengo es jugar mi mejor tenis, luchar por cada bola, y eso es todo. Esa es la única oportunidad", dijo Rublev a la prensa más tarde.
Djokovic ha prosperado en su regreso a Melbourne, un año después de su inesperada deportación, y parece haber superado la lesión en los isquiotibiales que parecía el mayor obstáculo en su búsqueda de un 22º título de Grand Slam, un récord.
"Es un jugador que lleva varios años entre los cinco primeros y los diez primeros", dijo Djokovic sobre Rublev, que ha alcanzado siete veces los cuartos de final de un Grand Slam, pero nunca se ha colado entre los cuatro mejores.
Con información de Reuters
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