Harrie Lavreysen hizo el viernes lo que mejor sabe hacer, ya que el holandés volador demostró una vez más que está en su propia liga y retuvo su título olímpico de velocidad en ciclismo en pista.
Al igual que en la final de sprint por equipos del martes, el resultado nunca estuvo en duda, ya que esta vez el ciclista de 27 años se impuso ante el australiano Matthew Richardson.
Lavreysen ha repetido su doble oro de Tokio y las cosas podrían ir aún mejor, ya que le espera el keirin.
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El ciclista neerlandés, que amenaza con dejar en las sombras a los gigantes británicos del sprint Chris Hoy y Jason Kenny, marcó un hito al batir el récord mundial de la vuelta rápida de 200 metros en la clasificación de sprint del miércoles.
A partir de ese momento se mostró imperioso a lo largo de todas las rondas, batiendo con facilidad a los ciclistas más rápidos del mundo.
Lavreysen se deshizo del británico Jack Carlin en las semifinales del viernes, cuando su compañero de equipo Jeffrey Hoogland fue derrotado por el australiano Richardson.
Más tarde regresó para la final y, aunque tuvo que esforzarse más contra Richardson, volvió a tener demasiada potencia bruta.
Carlin venció a Hoogland y añadió otra medalla de bronce a su colección, tras haber subido también al tercer cajón del podio en Tokio.
El escocés cuenta ahora con 15 medallas en grandes campeonatos, todas ellas de plata o bronce, en gran parte gracias al fenómeno Lavreysen.
Con información de Reuters
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