El triatlón masculino de los Juegos Olímpicos de París no se celebrará el martes como estaba previsto, ya que los niveles de contaminación en el Sena siguen siendo demasiado altos, según informó World Triathlon en un comunicado, lo que supone un duro revés para los organizadores y deja a los atletas ante una mayor incertidumbre.
La prueba se ha aplazado al miércoles a las 10:45 hora local (0845 GMT), inmediatamente después de la prueba femenina, prevista para las 8:00 horas de ese día.
Los organizadores habían dicho anteriormente que confiaban en que la calidad del agua mejoraría a tiempo para la carrera, después de que las fuertes lluvias del viernes y el sábado pasados ensuciaran el río.
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"A pesar de la mejora de los niveles de calidad del agua en las últimas horas, las lecturas en algunos puntos del recorrido de natación siguen estando por encima de los límites aceptables", declararon a primera hora del martes.
En caso de que los niveles de bacterias sigan siendo demasiado altos el miércoles por la mañana, es probable que las pruebas masculina y femenina se aplacen al viernes, día de contingencia reservado para estos eventos.
Si el viernes la calidad del agua sigue siendo insuficiente, se suprimirá la etapa de natación y los atletas competirán en un duatlón. Para la prueba de triatlón mixto por relevos del 5 de agosto, el día de contingencia será el 6 de agosto.
DECEPCIÓN
Alrededor de 50 personas se habían reunido en el soleado puente de los Inválidos a las 7 de la mañana para ver la carrera, sólo para enterarse de que había sido aplazada.
Magnus y Kristine Hagelsteen, de Lund, Suecia, habían llevado napolitanas de chocolate para desayunar mientras veían la carrera y animaban al noruego Kristian Blummenfelt, ganador de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio.
"Es una pena para todos, pero especialmente para los que van a hacer el triatlón, yo estaría muy decepcionado: estás casi allí, listo para empezar, y luego se cancela", dijo Magnus, que tenía previsto volver el miércoles.
Para Ortrun Guendisch, que venía de Múnich, el aplazamiento significó que ella y su hijo Adrian, de 14 años, se perderían la prueba por completo, ya que iban a emprender el viaje de vuelta a casa a última hora del día.
"Nos levantamos muy temprano para venir aquí y cuando llegamos nos enteramos de que se había cancelado, así que estamos bastante decepcionados", declaró Guendisch.
Las autoridades parisinas han realizado grandes inversiones para hacer el Sena apto para el baño como gran legado de los Juegos y han gastado 1.400 millones de euros (1.510 millones de dólares) en infraestructuras de aguas residuales para contener las aguas contaminadas y minimizar los vertidos en la vía fluvial.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se dio un chapuzón en el río a principios de mes para convencer a los escépticos. Las autoridades municipales han anunciado planes para abrir al público tres zonas de baño en el Sena en junio del año que viene.
"Para los parisinos será fabuloso poder bañarse en el río y debería ser así, debería ser que se pudiera nadar en el río en la ciudad", dijo Kristine Hagelsteen.
Pero la apuesta de que el río estaría lo suficientemente limpio el día del triatlón nunca tuvo garantías de salir bien, sobre todo porque la calidad del agua varía mucho día a día.
Las lluvias provocan a menudo el desbordamiento de los sistemas de alcantarillado hacia el río, lo que aumenta significativamente las concentraciones de bacterias causantes de infecciones como la E. coli.
Seth Rider, uno de los 55 triatletas inscritos en la carrera masculina, ha estado tomando medidas poco convencionales para prepararse para la exposición a las bacterias.
"Sabemos que va a haber cierta exposición a la E. coli, así que simplemente intento aumentar mi umbral de E. coli exponiéndome un poco a la E. coli en tu día a día", dijo el atleta estadounidense en una rueda de prensa el sábado.
"Sólo pequeñas cosas a lo largo de tu día, como, por ejemplo, no lavarte las manos después de ir al baño y cosas así".
Bacterias aparte, el recorrido del triatlón olímpico fue concebido para maximizar el factor sorpresa, con el nado en el río como elemento clave.
Tras zambullirse en el Sena desde un pontón situado junto al puente Alexandre III, los atletas pasarán por el Museo de Orsay y el Gran Palacio de París durante las etapas de ciclismo y carrera a pie, antes de volver al punto de partida.
Al cruzar la línea de meta por el puente, se verán enmarcados por columnas de piedra coronadas por estatuas de Pegaso de bronce dorado, con la cúpula dorada del monumento a los Inválidos de principios del siglo XVIII como telón de fondo.
(1 dólar estadounidense = 0,9245 euros)
Con información de Reuters