“The Real Deal” es el apodo de uno de los más grandes boxeadores de la historia: Evander Holyfield. El púgil ganó los títulos mundiales del peso crucero y el peso pesado, además de una medalla de olímpica de bronce en Los Ángeles 1984. Para labrar su éxito tuvo que derrotar a contrincantes como James Douglas, George Foreman, Riddick Bowe (tras haber perdido anteriormente con él) y al temible Mike Tyson, al que derrotó en dos ocasiones, la segunda tras ser descalificado Tyson al morder la oreja de Holyfield, una historia que parece haberse repetido en Tokio 2020.
Retirado desde hace 10 años, el peleador ya había anunciado su intención de volver al cuadrilátero, pero una oferta de última hora hizo que se apresurase en su reaparición: habiendo sido programado un combate entre el ex campeón de la UFC Vitor Belfort y el ex campeón de boxeo Óscar De la Hoya, el mexicano contrajo el Covid y tuvo que anular su participación, con lo que se recurrió al de Atlanta para suplirlo, con apenas unos días de antelación.
Aunque Holyfield ha sido un excelente púgil y ha intentado mantenerse en forma para su vuelta, la preparación para la competición requiere de un poco más de margen y conocer bien a tu rival. Belfort no está, en absoluto, en su mejor momento, pero se retiró de las MMA hace tan sólo tres años, y tiene 14 años menos que su rival. Todos estos factores influyeron en la estrepitosa derrota del de Atlanta, que no llegó a aguantar los dos primeros minutos del primer asalto.
Los primeros compases se caracterizaron por los torpes jabs de Holyfield, junto con una movilidad pesada y lenta por el ring. Sin haber transcurrido el primer minuto Velfort ya conectó un par de golpes que anunciaban la catástrofe para el boxeador: de ahí en adelante todo fue monocolor, “The Real Deal” sólo pudo encajar unos puñetazos más antes de caer a la lona. Consiguió levantarse el púgil, pero sólo fue un efímero espejismo, ya que el árbitro tuvo que parar la pela a los pocos segundos por la terrible golpiza que estaba recibiendo la antigua leyenda.
El combate, celebrado la madrugada del día 12 de este mes, tuvo lugar en el Seminole Hard Rock and Casino de Florida, dentro de una velada con otros tantos combates interesantes, entre los que destacaba el de otras leyendas vivas de la UFC: Anderson Silva y Tito Ortiz. El ambiente tenía todos los elementos clásicos: la ubicación en el Casino, al igual que ocurre cuando se celebran en Las Vegas, rodeados de los clásicos Slots que hoy encontramos también online, y de música, además del espectáculo característico de este hotel: la forma de gigantesca guitarra iluminada que se vislumbra desde bien lejos.
Precisamente Ortiz y Silva ofrecieron, también, un espectáculo de corta duración. Aunque este combate comenzó más igualado, con un Ortiz bastante agresivo, Silva consiguió conectar un potente crochet de derecha, a falta de 40 segundos para acabar el primer asalto, que tumbó definitivamente a su oponente. “La Araña” siempre supo sacar buen rédito, en su época de las MMA, al “clinch”, y parece que no ha olvidado ese toque aunque ahora se encuentre en un cuadrilátero de boxeo.
Completaron el evento principal los combates entre Haye y Fournier, que el primero ganó por decisión unánime, tras dominar de manera clara todo el combate; para algunos, incluso, lo alargó demasiado, cuando podía haberlo acabado por vía del cloroformo con mucha anterioridad (tal vez la amistad entre los dos contendientes explique, en parte, este fenómeno). Y también el de Vences contra Carroll, con victoria para el segundo por decisión mayoritaria, en el que tal vez fuese el más entretenido de los cuatro combates principales de la noche.
En definitiva, una velada aciaga para Holyfield, que deberá prepararse mucho más si quiere seguir adelante con su retorno, especialmente si, como anuncian algunos rumores, quiere cerrar su trilogía contra Tyson, que en su reaparición mostró mucho mucha mejor forma física que su antigua némesis y potencial futuro contrincante.