Autora de novelas como "En el trineo de Schopenhauer", "Babilonia" y "Felices los felices" -cuyo título está tomado de un poema de Borges-, Yasmina Reza llega ahora por tercera vez a la Argentina para presentar "Serge", una novela donde a partir de una familia disfuncional integrada por tres hermanos indaga sobre el paso del tiempo, la banalización de la memoria y la descomposición de los vínculos, una temática que ha transitado en otros textos y en su pieza más emblemática, "Art", la obra de teatro que desde hace unos meses se presenta nuevamente en la cartelera porteña después de una década de ausencia.
Nacida el 1 de mayo de 1959 en París, la narradora es hija de padre iraní y madre húngara, ambos judíos. Cursó estudios en la Universidad de París y en la Escuela de Arte Dramático Jacques Lecoq comenzó a trabajar como actriz. En 1987 apareció su primera obra, "Conversaciones tras un entierro", que se alzó con el premio Molière. Desde entonces ha combinado el teatro con el narrativo, con novelas como "Babilonia", "En el trineo de Schopenhauer" y "Felices los felices".
Luego de este éxito, Reza inició una carrera como novelista que dio lugar a títulos como "Ninguna parte", "Hammerklavier", "Una desolación", "Felices los felices" y "El alba la tarde o la noche", donde realizó un perfil biográfico del expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy.
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- Télam: ¿Los vínculos entre hermanos se refundan a partir de la muerte de los padres como le ocurre a los personajes de su nueva novela?
- Yasmina Reza: Creo que la muerte de los padres siempre es significativa en un vínculo entre hermanos. Aunque más no sea por cuestiones de herencia no puede ser un algo neutro, nunca. Depende de las familias: la muerte de los padres puede estrechar, tensar o crear otras formas de vincularse que no existían antes.
- T: Tanto en este libro como en "Art", "Un dios salvaje" o "Felices los felices" prevalecen las historias donde se narra la descomposición de los vínculos ¿Por qué le interesa más concentrarse en la desintegración de las relaciones que en su surgimiento?
- Y.R.: Es cierto. He abordado muy poco el tema de la construcción de los lazos. Quizá literariamente me interesa más deconstruir que narrar lo otro, lo que nace. Tal vez no sabría cómo narrar el surgimiento de un vínculo. Ayer fui a ver "Art", a la que no veía desde hace mucho tiempo, y pensé eso mismo, en esta inclinación por narrar siempre lo que se deconstruye.
- T: Esta predilección por contar la destrucción de los lazos recuerda a aquella famosa frase de Tolstoi cuando dice "Todos las familias felices se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera". Tal vez esa búsqueda de matices o de narrar la singularidad explique su predilección por las relaciones que se tensan...
- T.: La dramaturgia tiene un gran atributo que tiene que ver con que los textos se van resignificando a medida que son interpretados por distintos actores, es una suerte de texto en movimiento constante...
- Y. R.: Un día alguien me preguntó si prefería escribir para teatro o para literatura y sobre todo qué es lo que hace que un día me siente y escribe una obra literaria y otro día una obra de teatro. Podría responder que eso lo decido de acuerdo al tema pero la verdad es que todo se desencadena si tengo ganas de ver gente o no una vez que ese texto está terminado. Si tengo ganas de estar sola escribo literatura pero si tengo ganas de viajar y tener relaciones escribo teatro, porque es una aventura colectiva que no termina nunca.
A los personajes uno no los imagina del todo: son como sombras. Uno no tiene una idea muy precisa pero me ha pasado de sorprenderme mucho al ir a determinados países y ver la encarnación que yo no hubiera nunca elegido y que funciona.
- T.: En esta novela hay una alusión a un personaje de nacionalidad argentina ¿Es un pequeño homenaje a su relación con este país, al que está ligado a través de su fascinación por Borges, del que toma el título de su libro "Felices los felices"?
- Y.R.: La cultura argentina para mí está esencialmente ligada a Borges. Si tuviera que irme a una isla desierta con la obra de un solo autor ése sería Borges. Y sí, por eso en el libro aparece una referencia a un personaje de aquí.
Con información de Télam