El artista danés Olafur Eliasson (Copenhague, 1967),conocido por sus esculturas e instalaciones a gran escala en las que incorpora elementos de la naturaleza como el agua, la luz, el aire, el humo o la niebla, creó "El Iris Solar de Mouton", una obra para la cosecha 2019 de la afamada bodega francesa Château Mouton Rothschild y, de esa forma, se suma a la camada de artistas plásticos que decidieron asociar su creación con el mundo del vino, desde Pablo Picasso hasta Salvador Dalí y Andy Warhol.
El "Iris Solar de Mouton" fue presentado en el Palacio de Versalles en diciembre y en pocos meses más estará en las etiquetas de la bodega que cuenta con una extensa lista de personalidades que asumieron el desafío de Château Mouton Rothschild para combinar el terruño, la vid y el arte como Pablo Picasso, Andy Warhol, Joan Miró, Marc Chagall, César, Salvador Dalí, Keith Haring y Jeff Koons.
"Es un mapa de todos los atardeceres y amaneceres que tienen lugar durante un año en Château Mouton-Rothschild", dijo Eliasson al describir la ilustración que estará en las botellas de la bodega. "Representar cada hora del día y de la noche durante el cultivo de las uvas es una especie de firma para el viñedo, que nos dice algo sobre las condiciones en las que creció el vino y la íntima relación entre el vino y el terruño", consideró y definió cada cosecha como una "huella digital" del suelo, en la que queda registro de la maduración de la fruta y la influencia del sol en una relación cíclica. "El vino contiene el sol dorado, la tierra y el cielo; es local y al mismo tiempo lleva un rastro de lo celestial", resumió el artista.
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Las ilustraciones, acuarelas, grabados, diseños digitales y variaciones del collage son parte de un renovado maridaje entre arte y vino que comenzó a repoblar también las góndolas nacionales de distintas etiquetas y que, desde la imagen, amplía el mensaje de la bodega más allá de lo técnico o propio del producto.
Bajo el concepto "Wine is art!", la bodega de Ernesto Catena convocó por ejemplo a las artistas Marina Di Campello, Maite Ortiz e Inés Fraschina para ilustrar las etiquetas del vino que producen en Vista Flores, Mendoza.
A su vez, las acuarelas de Maite Ortiz, con fondos e ilustraciones de elementos de la naturaleza, decoran las botellas de Mara de Uco, Maremmano y Ommagio, mientras la bodega Rocamadre, cedió el total de sus etiquetas frontales a Fábrica de Estampas, un proyecto creativo impulsado por Victoria Volpini y Delfina Estrada, para replicar los paisajes que dan origen a cada una de las cepas.
El artista argentino Federico Lamas trasladó a los vinos de "Traslapiedra" una técnica que ya había usado en su proyecto "Visión Infernal" y, a través de un visor rojo, le ofrece al consumidor ver las ilustraciones ocultas: cada etiqueta esconde una segunda etiqueta que aparece solo en al momento de mirarla con el filtro que trae cada botella.
En la Argentina, también los consagrados son parte de la tendencia. En 2017, Rutini Wines presentó una etiqueta para su segmento ultra premium de un tinto color rojo intenso bautizado "Antología Julio Le Parc" en una edición limitada a 2.000 botellas en homenaje al artista argentino radicado en Francia.
Con información de Télam