La élite es despiadada: rebusca en su aburrimiento la forma de mostrar superioridad, sin un ápice de piedad y con la excusa del humor. Se entrometen en zonas que desconocen y no tienen la intención de profundizar, hasta sacar lo peor y luego lavarse las manos y echarle la culpa a la víctima. Eso es lo que intentó reflejar Roberto Arlt en su obra de teatro Saverio el Cruel en 1936 y que hoy, 88 años después y en la adaptación de Gabriela Villalonga, sigue siendo un fiel reflejo de la actualidad argentina.
La directora de la versión del clásico del teatro argentino, revisó aquellos puntos claves que propuso el emblemático autor en su momento: el fascismo, la farsa, la desigualdad y la violencia de clases. Pero esta puesta en escena no es casual, ya que surgió de la intención de recuperar estos conceptos para pensar la crueldad social imperante y comprender cuáles son los elementos socioculturales que hacen posible su impune puesta en práctica. ¿Quién le va a decir algo a los ricos?
Construir una mentira por el placer de ver a otro engañado, esa premisa es la que guía a la obra, que tiene como protagonista a Saverio, un humilde vendedor de manteca que intenta progresar en su emprendimiento, y a una familia burguesa que busca humillarlo con la excusa del humor. Una historia simple pero profunda que se encuentra muy bien respaldada por una puesta en escena envolvente y un guion fino que no tiene más pretensiones que trasmitir un mensaje.
Marito Falcón, en la piel de Saverio, destaca por su expresividad y la capacidad de trasmitir: desde la frustración, al miedo y la emoción por sentirse aceptado. Junto a él, Ligüen Pires, quien interpreta a Susana, pisa fuerte en escena, robándose las miradas y logrando una inmersión total con la historia, al punto de generar que el público se asuste como si fuera un personaje más al momento del disparo final.
Sin dudas, se trata de una pieza teatral fundamental en los tiempos que corren: invita a ejercitar la empatía para luego practicarla en la sociedad que, en gran parte, se parece a los dos polos que presentó Arlt en su momento. La obra está en cartelera del Teatro Payró, los sábados a las 18 horas. Entradas desde $8000 con descuento a jubilados y estudiantes.
Sinopsis
Los personajes de Saverio el Cruel se encuentran habitando dos mundos que parecieran diferentes y aislados. Sin embargo, la clase alta y los suburbios porteños de 1930 se verán entrelazados a partir de la crueldad que habita tanto en los personajes como en los ambientes.
Saverio, un sencillo vendedor de manteca, llegará a ofrecer sus productos a una casa burguesa cuyos habitantes lo envolverán en una farsa que organizan para divertirse a costa del trabajador. Saverio descubrirá en este camino tanto su propia crueldad como también la de quienes lo están usando para su propio beneficio.
Algunos personajes intentarán detener la farsa denunciándola como algo degradante y perverso. A la vez aparece un personaje fantasmagórico con una relación muy cercana a todos.
Con el correr de la obra, la farsa y su crueldad envolverá no sólo a Saverio sino a cada uno de los personajes.