Macha y el Bloque Depresivo hacen una invitación a reconocer las canciones de amor y dolor que afloran después de la fiesta, cuando las luces se apagan y avanza la noche. Es música que se quedó en la memoria popular, en el eco de canciones que viven eternamente repitiendo sus sonidos y nos vienen a hablar de nuestro pasado y nuestros antepasados, convertidos en una columna de melodía, armonía y sentimiento. Estas canciones llegarán el escenario del Gran Rex el próximo 11 de diciembre (entradas a la venta a través de TuEntrada.com).
El paisaje emotivo de todo un continente cabe en esta sintonía. El itinerario pasa por la emoción auténtica de los valses peruanos, por el sabor genuino del son cubano, por las cumbres del bolero puertorriqueño y mexicano y por las baladas de la radio. Es un recorrido americano de cariño, desamor, desvelo y desesperación, todo en un mix que mira al Pacífico, al Atlántico, al Caribe y a sus puertos y ciudades.
Macha y el Bloque Depresivo nació como un complemento natural para Chico Trujillo, la banda de cumbia que encabeza Aldo Asenjo, el Macha. "Desde este puerto querido donde salí a la vida", canta Macha en “Fuera de mi vida”, y en efecto el origen se remonta al aprendizaje iniciado en la geografía natal del cantante, en Villa Alemana, ciudad de la región de Valparaíso, el puerto principal en Chile. Desde ahí se proyecta a los cancioneros continentales y más allá, hacia melodías europeas que llegaron por la radio o los discos. Así se vienen a encontrar sin fronteras Silvio Rodríguez, Sandro, Víctor Jara, Zambo Cavero, Matia Bazar, José José, Chavela Vargas, el Trío Matamoros o el cantor porteño Jorge “Negro” Farías, hermanadas y hermanados por el afecto común.
El mayor trovador cubano, un astro pop argentino, un referente afroperuano, una banda italiana de los años ochenta, unos emblemas del repertorio mexicano y una escuela del son cubano son parte de la misma celebración. No hay aduanas que cruzar ni documentos que mostrar. “Nos gustaría cantar canciones de Jacques Brel, de Serge Gainsbourg, de Brassens, de Aznavour, los admiramos mucho, pero están difíciles”, decía Macha en vivo en 2018 actuando con el Bloque Depresivo en el Opéra de Lyon (Francia), y poco después, entre dos canciones de José José, el grupo ensayaba en vivo esa noche una estrofa de “De quererte así”, de Aznavour. Hoy la misma “De quererte así” ya es parte del equipaje del grupo.
Es cuestión de enseñanza natural guiada por la propia música. Las composiciones de Aldo Asenjo son un aporte principal en Macha y el Bloque Depresivo. Imbuido del mismo sentir, el cantante entrega en este escenario las melodías y versos de “Continentales”, “Isla de errores” y “La carretera” junto a otras cantadas también en Chico Trujillo como “Cabildo”, “Loca”, “Fuera de mi vida” y “Sin excusas”. También aquí desaparecen las fronteras y cualquiera puede aprender que es mejor cantando, que la pena pasa, o compartir versos sobre el silencio como regla en adelante, líneas escritas en estas canciones que parecen hermanas de esos boleros y baladas de la vieja escuela.
Toda la trayectoria y la identidad de Macha y el Bloque Depresivo, así como también pasa en Chico Trujillo, han sido construidas con gestión propia. Sin prensa, radio ni menos televisión, medios desinteresados en lo popular, el grupo ha conseguido llenar teatros en su país natal y en otros lugares sobre la única base del cariño y del apoyo directo del público, sin intermediarios. Incluso la aparición de su primer disco, “100% lúcidos” (2018), fue después de casi diez años de labrar ese trabajo en vivo, que es el espacio natural de la banda.
Macha y el Bloque Depresivo se han presentado en escenarios de Londres, París, Lyon, Berlín, Hamburgo, Milán, Bologna, Bergamo, Madrid, Barcelona, Ciudad de México, Bogotá, Lima, Buenos Aires, Rosario, Concepción, Valparaíso y Santiago de Chile, entre otras capitales y ciudades. Es la vuelta de mano del grupo, que no sólo ha aprendido esta herencia musical sino que además recorre carreteras y caminos, para enseñarla a nuevas generaciones de audiencias en busca de la emoción que viaja en las canciones. Macha y El Bloque Depresivo nos traen eso. Calor, misterio, historia y noche.