Teatro Eureka, ubicado en el barrio porteño de Almagro, se prepara para abrir su primera sede en Madrid, España. La escuela de teatro, que cumplió 13 años el pasado 27 de julio, está a punto de darle vida a este nuevo proyecto. Mariana Alzaga, la fundadora y directora de Eureka, conversó con El Destape y contó cómo fue que decidió emprender esta aventura internacional, que, además, busca generar un diálogo entre actores y actrices de Argentina y de España.
En plena pandemia del coronavirus, muchas escuelas de teatro se vieron obligadas a resignificarse y dar clases virtuales. Esto tuvo algunas ventajas inesperadas, como por ejemplo el cruce cultural que se dio entre argentinos y actores de otros países que se anotaron en sus clases. Para sorpresa de Mariana, esto mismo fue lo que sucedió con Eureka: y el éxito fue tan grande que decidió llevar su escuela a Madrid, esta vez, de manera física.
Es sabido que Buenos Aires es la ciudad que más teatro independiente y de calidad produce. En Madrid sucede algo parecido, pero si hay algo que diferencia a la comunidad teatral argentina de las del resto del mundo es su capacidad de crear proyectos propios a puro pulmón, incluso cuando no hay ningún tipo de financiación, haciendo que las cosas sucedan. Por todo esto y más, Mariana ideó este proyecto, que busca crear lazos culturales entre Argentina y España a través de la actuación.
Entrevista a Mariana Alzaga, fundadora de Teatro Eureka
Remarcás que el objetivo de tu escuela no es solamente formar actores, sino artistas. Para vos, ¿cuál sería esta diferencia?
- No nos limitamos solo a entrenar actores que interpretan personajes, sino que además preferimos enfocarnos en desarrollar la creatividad del actor. Hay mucha gente que cree que no es creativa o que siente mucha vergüenza expresando “sus ideas u ocurrencias” y nuestro objetivo en las clases es que gane confianza en sus ideas, en sus sueños, en su imaginación; que se permita expresar con total libertad todo lo que se le ocurra entendiendo que el error y el acierto, ambos, son parte de la construcción creativa. Que, para crear y para aprender, es necesario equivocarnos y mucho.
Tener experiencia en esto termina generando una aceptación del error, no tener miedo de exponer que nos equivocamos y por consecuencia da más seguridad y libertad de expresión en cada alumno. Esto lo hacemos generando en las clases un ambiente cálido, de contención, de confianza y entrega grupal para que puedan conectar con lo que sienten e imaginan y así poder expresarse con libertad frente a los otros.
No nos limitamos por todo esto a solo formar actores, sino que también buscamos formar artistas que confíen en sus propuestas porque esto hace que trascienda las fronteras, los limites de la cultura; ser artista, creador, es poder conectar con el estado de inspiración y ese es el estado más bello de creatividad y de unión con todos los seres vivos. Formar a artistas nos une, a todos, en algo mucho mas profundo superando cualquier diferencia, es conectarnos en un espacio de belleza y unión.
¿Cómo fue ese proceso de internacionalizar Eureka que comenzó con la pandemia? ¿Cómo fue que consiguieron alumnos de otros países?
- Fue muy fuerte estar encerrados y sentir que podíamos expandirnos al mundo. Pensamos que mucha gente podría llegar a necesitar un encuentro con otros desde un lugar lúdico, y que nuestro proyecto podría ayudar en esos momentos tan difíciles. Nos gustaba mucho la idea de reunir en una clase virtual personas de diferentes culturas y países.
Así fue cómo llegamos a España, los alumnos quedaron muy enganchados con Eureka y fue así cómo se nos ocurrió avanzar más aún e ir a Madrid a formar actores y artistas de manera presencial. En ese momento online teníamos 25 alumnos de España, y el boca en boca y la buena recepción de nuestra metodología y enseñanzas hicieron que hoy en Madrid ya haya 250 alumnos. Estamos muy contentos porque ellos están muy a gusto con el proyecto.
¿Quiénes darán clases en la sede de Madrid? ¿Profesores argentinos o españoles?
- En Madrid damos clases Bruno Milani, profesor argentino y coordinador de las actividades internacionales, y Mariana Alzaga, fundadora y directora general del Teatro Eureka. Luego hay profesores argentinos y españoles también, quienes son entrenados (tanto en Argentina como en Madrid) con nuestras técnicas y metodología. Eureka tiene un programa de cuatro niveles, ideado, armado y perfeccionado tras la experiencia de casi 20 años de dar clases, por la fundadora, Mariana Alzaga. Este programa se pasa a los docentes los cuales lo replican cada clase programada.
¿Cuáles son las similitudes y diferencias que encuentran entre la movida teatral de Buenos Aires y la que existe hoy en día en Madrid, sobre todo con relación al teatro independiente?
- Son dos ciudades donde existe el teatro y mucho y de buena calidad. En Buenos Aires es impactante la cantidad y calidad de obras de teatro independiente. En Madrid hay mucho teatro clásico y también obras de teatro independiente. Están más acostumbrados a manejarse con una estructura de producción diferente a nuestro teatro independiente donde todo es en cooperativa y autogestivo. Queremos llevar esta forma de trabajo, este empuje y fuerza que tenemos los argentinos de avanzar y hacer y no de esperar a que nos llamen para poder crear.
Nuestra idea como escuela es entrenar artistas/actores que puedan luego crear una obra en nuestra escuela para luego representarla en el circuito de teatro independiente de Madrid. Queremos ser el motor que genere más obras de teatro independiente en Madrid. Queremos que, como aquí, surjan obras para que los artistas puedan expresarse y entusiasmar al público para que cada vez más gente quiera ir al teatro. Estamos, además, lanzando “Experiencia Gira", que es que obras que nazcan en la escuela de Madrid puedan ir a Buenos Aires y los de Buenos Aires puedan ir a Madrid dentro del marco académico.
¿Cómo es ese diálogo que se genera dentro del teatro entre dos países diferentes?
- Muy lindo. Muy enriquecedor. De mucho crecimiento. De mucho intercambio. Lo que siempre nos cautivó del teatro es que rompe todas las barreras: generacionales, culturales, de creencias, de género… No tiene límites ni fronteras, no separa. El teatro une y nos une en algo muy profundo y sagrado. En Eureka buscamos que ese sentimiento este vivo en cada clase, en cada encuentro. Más allá de nuestras diferencias nos une el hecho de querer aprender, crecer, construir, crear, soñar, imaginar juntos. Conectados y unidos. Esto hace que el teatro nos una en las diferencias y me gusta pensar a nuestra querida escuela como una Nación, donde no hay un aquí y allá, hay un “Nosotros”. Somos diferentes, estamos en dos continentes pero al mismo tiempo somos uno.