Pura sangre, el amor es un monstruo -la nueva obra de Griselda Siciliani en el Multitabaris Comafi (Avenida Corrientes 831)- es una obra atípica para los parámetros de oferta teatral que abunda en el circuito comercial. En la puesta dirigida por Carlos Casella y Jorgelina Aruzzi, Siciliani reflexiona sobre el amor atravesado por un sistema de doma que nos reduce y define como seres faltantes. Un sistema que nos somete a una carrera en busca de completarnos.
El elenco se completa con Eddy García, Juan Cruz Martínez Mosquera, Hervé Segata, Pablo Rakhal Herrero y Nicolás Tadioli, que acompañan a la actriz en su travesía por las tiranteces del amor y el desamor. Segata, actor y cantante francés radicado en Argentina, dialogó con El Destape sobre la puesta que lo tiene como performer.
- ¿Esta es tu primera obra en la Avenida Corrientes?
Sí. Es una sensación de mucho orgullo y emoción, porque hace muchos años que trabajo en el teatro independiente y es muy lindo el reconocimiento. Por más que soy francés, me siento muy porteño.
Al proyecto llegué por Carlitos Casella, codirector de la obra junto a Jorgelina (Aruzzi). A Carlos lo conocí antes de la pandemia, cuando yo hacía un espectáculo musical en francés, Lustucru. La idea era hacer una o dos funciones con ese show, y terminamos presentándonos todo el año por lo bien que nos fue. En cada función teníamos un invitado y en la última lo invitamos a él. La cuestión es que pegamos muy buena onda y tiempo después me convocó para audicionar en Pura sangre. En primera instancia pensé que no quedaba, estaba muy nervioso porque tenía el prejuicio de que solo buscaban un perfil de bailarines, algo que no soy.
- No obstante, en la obra todos habitan el escenario como performers
Sí, es una mezcla perfecta que logramos gracias a las increíbles coreografías. Nos divertimos mucho con Griselda (Siciliani) y todos los compañeros. La diferencia más grande que noto entre hacer teatro independiente y el comercial, es que el segundo es un público al que no hace falta movilizar. No son amigos o personas a las que les mandaste un mail o un mensaje de WhatsApp.
- Me pareció una obra rara para el canon de lo que suele ofrecer la Avenida Corrientes, ¿les surgió este planteo como equipo de trabajo?
Como grupo teníamos la certeza de que estábamos haciendo algo bueno, pero no sabíamos si el público iba a saber apreciarlo. Y siento que la respuesta, hasta ahora, ha sido excelente. Me parece genial que puedan llegar obras así a este circuito.
- ¿Sentís que la temática de la obra -el amor- es la clave para que guste tanto?
El amor es un tema universal, se ha hablado de mil formas sobre ello. Lo interesante de Pura sangre es que muestra una cara del amor que no es el romántico, sino el que está ligado a los mandatos patriarcales y las imposiciones que no nos permiten ser libres. Cada noche, cuando escucho los textos de Griselda me sorprendo con algo nuevo de lo que dice. Es como una terapia teatral.
- ¿Empezaste a estudiar actuación en Francia?
No, acá. En Francia estudié Economía y trabajé en empresas.
- Nada que ver a quien sos hoy
Mi libertad fue dejar de dedicarme a la Economía. Únicamente la pasé bien estudiando la parte política, pero no la pasé tan bien trabajando en empresas. Había algo que me hacía ruido. Cuando renuncié a mi trabajo en París, me vine a Argentina. Aunque estoy acá desde hace más de 10 años, no se me va el acento francés.
- Hablás muy bien igual
Mis amigos me dicen Anamá Ferreira (risas)
- Debe servirte como acento 'de levante'
Por ahí en una época, ahora no sé si tanto.
Un francés en Argentina
"Los primeros años de mi vida en Argentina trabajé en Carrefour, en la parte de estudios de mercado. Tenía prejuicios de venir a vivir acá, pero me encantó. Llegué a fines de 2004, la economía se estaba recuperando, era una hermosa época para estar en el país. Y me enamoré de su gente y del humor que tienen los argentinos. A los dos años y medio de trabajar en una empresa, caí en la cuenta de que no me gustaba lo que hacía. Hacer terapia me ayudó a encontrar mi camino en la vida. Allá en Francia todavía hay mucho prejuicio en torno a la terapia, mientras que acá es muy común y accesible".
- ¿A qué creés que se debe el prejuicio que tienen en Francia hacía la terapia?
Hay mucha ignorancia con respecto al tema. Piensan que si necesitás un psicólogo es porque estás loco, el concepto de salud emocional no existe. Además, es muy caro.
- ¿Cómo recibió tu familia de Francia el cambio de trabajo?
Les pareció muy fuerte la noticia y les molestó. Fue raro, pero la distancia me ayudó. Pasado bastante tiempo, mi papá vino a verme al teatro y se sacó varios prejuicios de encima. Creo que empezó a cerrarle mi vocación cuando empezó a ver que las publicidades que hacía en Argentina llegaban al mundo.
- ¿Estás conectado con otros franceses que residan en Argentina?
Hice muchos amigos franceses acá e incluso estoy militando en un partido político, donde estamos agrupados. Hasta hace poco, estuvimos siguiendo las elecciones y terminamos un poco bajoneados porque no ganó Jean-Luc Mélenchon en las elecciones presidenciales.
- Igual hizo una elección increíble
Teníamos mucha esperanza en que iba a ganar, para sacarla a Marine Le Pen de la posibilidad del ballotage.
- ¿Qué opinión te merecen los estereotipos culturales de los medios en torno a los extranjeros?
Si es lo que me da trabajo como actor, está todo bien. No tengo rollo si me llaman para hacer de chef o de coiffeur. No obstante, sí veo que el prejuicio cultural está cambiando lentamente, se está rompiendo. Pasa en Argentina, pero vas a Francia y los estereotipos son iguales o peores. Allá creen que los latinos son todos narcotraficantes.
- Pura sangre, el amor es un monstruo. En el Multitabaris Comafi, con funciones de miércoles a domingos. Entradas en venta por Plateanet y en boletería del teatro.