Felipe Pigna vuelve al teatro con una propuesta diferente, ya que está destinada a un auditorio infantil y juvenil. La propuesta busca desentrañar quién fue el prócer argentino Manuel Belgrano, en un show dinámico con música y dibujos en vivo. A pocos días de la función -el próximo sábado 11 de junio a las 15 horas, en el Auditorio de Belgrano (Virrey Loreto 2348, CABA)- el popular historiador dialogó con El Destape sobre su relación con las jóvenes audiencias, la vuelta de las figuras históricas a los billetes y su trayectoria en los medios.
- ¿Cuáles son tus herramientas para acercarles la historia a niños y niñas?
Mi experiencia viene por dos lados: primero, por mi trabajo para el público infantojuvenil en historietas y en los libros de San Martín, los cuentos de don José. Después, voy mucho a las escuelas para dar charlas y contestar las preguntas que los chicos preparan con sus maestras. Ese intercambio me parece muy lindo, porque apelamos al interés directo de los pibes y la verdad, funciona muy bien.
En base a eso pensamos un espectáculo con un esquema de participación del público bastante fuerte, con espacio para hacer preguntas y una especie de conferencia de prensa final. En el medio, Magalí es la actriz le va a ir haciendo preguntas, haciendo la propuesta muy dinámica. Es una charla – teniendo en cuenta la cantidad de minutos de atención que se tienen hoy- donde vamos a recorrer algunos aspectos de la vida de Belgrano con mucho contexto, como por ejemplo cómo era la vida de los chicos en aquella época, cómo era la vida sin celular.
- Me imagino que, por el público, te debe permitir explorar una faceta más descontracturada
Sí, es también un poco el código de la actriz. Ella es una especie de periodista curiosa que me va haciendo preguntas y yo voy contestando, de forma muy divertida y tratando de hacer algunos guiños a la cotidianeidad de ese momento donde todavía no existía TikTok.
- ¿Cómo viviste la decisión política de la vuelta de los próceres y figuras históricas a los billetes?
Me provocó mucha alegría. Tuve una profunda tristeza cuando los próceres fueron reemplazados con animales, y no es porque tenga algo en contra de ellos. Los animales han sido muy homenajeados en nuestra filatelia. Hay colecciones enteras de fauna argentina y cualquiera que atravesó por la filatelia, en algún momento, lo sabe. Por lo tanto, siento que ponerlos en los billetes no tiene nada que ver.
- Belgrano no va a estar solo en el billete de 500 pesos, ¿quién fue María Remedios del Valle?
María Remedios del Valle fue una mujer afro descendiente notable. Era una negra que participó en los ejércitos de Belgrano, fue espía, oficial y enfermera, y cuando terminó la Guerra de la Independencia quedó en la miseria. El general Viamonte la descubre pidiendo limosna en la Iglesia del Socorro y pide para ella una pensión, y se le otorga también el título de Madre de la patria, que es una cosa muy interesante ya que se trata de una afro.
Después, Rivadavia le quita la pensión, y Rosas se la restablece y la asciende en el grado militar. Por eso ella se agrega su apellido: María Remedios del Valle Rosas. Murió un poco olvidada por la historia blanca que se escribió en el Mitrismo. La verdad es que fue y sigue siendo un personaje interesantísimo de nuestra historia, que además logró mucha reivindicación en varias escuelas que llevan su nombre.
- No me parece casual que María Remedios del Valle aparezca junto a Belgrano, ¿podríamos considerar a Belgrano un prócer feminista?
Sí. Belgrano fue un feminista que se ocupó absolutamente de los derechos de las mujeres, de que tuvieran educación al mismo nivel que los varones en un momento en que el mundo iba en otro sentido. Cuando él escribe un artículo en una de las memorias del consulado dice ‘la mujer no solo tiene derecho a educarse, sino que debería llegar a ejercer la docencia y a incorporarse a los cargos públicos. Cosas que, evidentemente para la época, eran novedosas e innovadora teniendo en cuenta que cuando él escribe esto, en París han guillotinado a Olimpia de Gouges. Ella fue una mujer de París que en 1794 plantea los derechos de la mujer y la ciudadana, teniendo en cuenta que los derechos del hombre son para los varones y no para la humanidad porque la mujer sigue sin poder votar. En ese contexto mundial, Belgrano escribió esto.
- De lo que no se habla tanto en los libros es de Belgrano como víctima de homofobia
Y lo más curioso es que no era homosexual. El rumor de su homosexualidad fue a partir de elementos absurdos como que tenía la voz finita, condición que se debió a un problema de garganta y cuerdas vocales cuando contrajo sífilis, enfermedad muy común por aquel entonces. Belgrano tuvo varias parejas. Con dos de ellas tuvo hijos pero bueno, las dos tenían parejas previas con lo cual no se podía casar.
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- ¿Se conoce algún registro de Belgrano hablando de estos ataques?
No, Belgrano no hablaba de su vida privada. Lo hizo únicamente durante su testamento, que es lo que en general ocurre con estos personajes.
En el siglo XIX y comienzos del siglo XX la palabra ‘homosexual’ se usaba como un descalificativo, una mancha indeleble en esta concepción machista de cómo tiene que ser un prócer. Yo creo que quienes desperdigaron estos rumores fueron sus enemigos históricos, que como no encontraban por donde pegarle iban por ahí. Y un tipo más honesto que Belgrano no se consiguió, no se le conoce un solo acto de corrupción de su parte: llegó al gobierno rico y se fue pobre.
- ¿Tenés hijos?
Sí. Tengo dos hijos grandes, de 35 y 31, y una de 13 años.
- ¿Les gusta la Historia?
Sí, pero no agarraron por ahí. Son más del palo audiovisual, hacen cine y televisión. La más chiquita tira para el lado artístico.
- ¿Trabajar para un público de chicos te remite a tu niñez?
Mi niñez ha sido una etapa fundamental de mi vida. Me acuerdo mucho de mi infancia en Azul, donde viví desde los 3 hasta los 7 años. Era muy de andar en triciclo por la calle y que me conocieran todos los vecinos. Como mi viejo era gerente de SADAIC y el director de Cultura de Azul, y mi mamá cocinaba muy bien, él armaba espectáculos para traer a los artistas de Buenos Aires y luego iban a comer a casa. Era una casa con mucha vida cultural y siempre estaba llena de gente.
- Bueno, ese fue tu primer coqueteo con las figuras de los medios
Más que nada fueron los años siguientes, cuando mi viejo se dedicó a la producción de espectáculos y yo trabajaba con él, viajando con artistas y haciendo de productor. Siempre me gustó ese ambiente. Y mientras trabajaba, estudiaba en el Profesorado. Fui ahí porque la facultad, en el año ’79, estaba tomada completamente por la dictadura. Además, el Profesorado estaba más tranquilo y tenía mejor nivel académico. Luego vinieron muchos años como profesor en el Pellegrini, muy linda época, y ahí hicimos nuestra primera producción documental, que partió un poco de mi gran gusto por el cine.
La cuestión es que hicimos una colección de 13 documentales, autofinanciados, que se difundieron por todo el país y en muchas escuelas, la cooperadora los vendió y eso permitió que entrar en contacto con los medios. De pronto me invitaban a presentar un documental o a hablar de alguna efeméride. Y ahí fue cuando llegó Mario (Pergolini) y me invitó a la radio por el lanzamiento de mi libro Mitos 1, y fue tal la catarata de llamados que recibió el programa que terminé quedándome como columnista. Al año siguiente surgió la idea de Algo habrán hecho.
- Un hito de la televisión cultural y de la divulgación histórica por fuera de la lógica del rating
Fue loquísimo y explosivo. Se pasó un lunes a la noche, midió 25 puntos y al otro día en la calle me tocaban bocina los colectiveros, la gente me saludaba. No hubo una transición, fue muy fuerte. La serie fue impresionante. Fue un cambio impresionante el aprender a ser popular, sin dejar de lado mi trabajo académico.
- ¿Te tentaste a caer en el éxtasis que produce ser famoso?
Soy un tipo muy tranquilo y también llevo un vínculo con la gente que es muy particular, respetuoso, no invasivo, gracioso por momentos. Salgo a comprar el pan el domingo y me paran para preguntarme quién mató a Dorrego.
- ¿Cuál fue la demostración más emocional que te llegó?
Cuando voy a las escuelas hay chiquitos de 7 o 8 años que me dicen que soy su ídolo, o cuando voy a cargar nafta y me piden una foto para mostrarle a su familia, me pone muy feliz. Me siento con el gran compromiso de estar ahí para la gente que te tiene fe profunda por la forma en que contás la historia. Eso genera mucha responsabilidad.
- Las entradas para Felipe Pigna busca las huellas de Don Manuel pueden adquirirse en TicketPlay, EntradaUno, y en boletería del teatro.